ERROR DE IDENTIDAD…..
Si os gusta, hago una segunda parte…

Aquella tarde medio lluviosa de Abril, me decidí por fin, después de un largo tiempo a pasar por la peluquería, tras vestirme, coger algunas cosas, me dirigí a la peluquería donde solía ir muy de vez en cuando, pero para mi sorpresa, esta estaba cerrada, es algo que siempre odie, ir a un sitio y que este cerrado, sin pensarlo dos veces, recordé otras tantas donde quizá podían atenderme, pero, de nuevo otra desilusión, estaban llenas, lo que me llevo a pensar en el centro comercial, seguro que allí sí que me atenderían, mientras caminaba, me fije en una que podía pasar desapercibida, pues apenas tenía fachada, vi que no había nadie, pase de largo, cruce la calle y me que quede durante unos minutos esperando en el parque , busque un banco desde donde pudiera verla y si en un tiempo, no entraba nadie, entraría.
A los 5 minutos, salió un chico joven, empezó a hablar por teléfono, durante un par de minutos, cuando cuelga, empezó a hacer fotos al escaparate, se quedo en la puerta, cuando en ese mismo instante se le acerco un hombre, este le dijo que no, al menos por los gestos de mirar el reloj y escribir algo en su teléfono, otros 5 minutos después, este se volvió a meter, para de nuevo salir, de nuevo con el teléfono en la oreja, de nuevo misma situación , otro hombre se acerco, este le volvió a decir que no, hizo un extraño gesto con la mano, ambos se despidieron, entro y en ese momento, me lance, cruce la calle y entre en aquella peluquería, me sorprendió que pese a la poca fachada, era my grande por dentro, el color blanco y azul de las paredes, daba más sensación de amplitud, pese al día, el escaparate, daba mucha luz.
– Buenas tardes.
– Buenas tardes ¿En qué puedo ayudarte?
– Quería cambiar un poco el pelo.
– ¿Tienes algo pensado?
– De color, como esta, pero estaba pensado en algo diferente, me da igual, si es corto, desfilado…
– Al llevarlo tan largo… Quizá te quede bien corto, un pixi, bob, que sea un cambio radical.
Tras varios minutos de de conversación, me invito a sentarme en uno de los sillones, me pregunto si quería tomar algo, tras decirle que no, se fue a buscar una toalla y un par de cosas más, entre tanto aproveche para hacerme una coleta, de nuevo de vuelta, al ver la coleta, cogió una pinza, tras enredarla un poco la sujeto, ambos empezamos a reír al ver todo el pelo caer sobre cara, como si fuera un flequillo gigante, coloco la toalla sobre los hombros, del carro saco una capa de color azul turquesa, una vez colocada, la coleta fuera, empezó a peinar de forma suave, así durante varios minutos, una vez termino, cogió tijeras, peines , se dirigió al lava-cabezas para limpiarlos, una vez de nuevo conmigo, dejo todo el material sobre el pequeño mueble del espejo, me dijo, que al ser un cambio radical, quería que no viera nada y me dejara llevar, por los sonidos, mechones y la imaginación de cuánto y por donde estaba cortando.
Empezó a peinar el flequillo, lo mojo de forma muy sutil, note como se giraba y cogía algo del mueble, se coloco delante de mí y sin apenas tiempo, los primeros mechones empezaron a caer, notaba que trabajaba muy despacio, pensé que estaba utilizando alguna navaja, por el ruido, pensaba que se trataba de eso, quería ir despacio y hacer bien su trabajo, cuando termino, unos 5 minutos más o menos, giro el sillón y pude ver una gran franja calva donde antes estaba el flequillo, quise hablar, pero apenas pude decir nada, pues empezó a pasar la navaja desde la raíz hacia adelante, con pasadas muy cortas, asegurando no dejarse ningún pelo, o alguna zona mal apurada.
De nuevo giro el sillón, apenas pude ver como mi cabeza empezaba a perder el pelo que tantos años había lucido, ahora el ruido de los mechones al caer sobre la capa, era lo único que podía escuchar, notaba que estaba asegurando que no quedara ninguna zona con pelo, o mal afeitada, pues en ocasiones, pasaba la navaja por zonas las cuales ya había pasado, cuando paro, giro de nuevo el sillón, se aparto y pude ver como toda la parte de arriba estaba completamente al cero, mientras que los lados aun tenían pelo, estaba ridícula, quería que aquella pesadilla, fuera eso, pero no, era la realidad, pude ver como se dirigía al mostrador, buscaba algo, notaba en su cara una sonrisa malvada, fue en ese momento, cuando se vino a mi cabeza aquel gesto, aquellas dos personas que rechazo ¿Me estaría esperando? ¿Sería alguna fantasía? Pero no, no era nada de eso, pues me dio varios folios con recibos sin pagar a nombre de otra persona.
– Esta persona no soy yo.
– En serio crees que me quieres engañar, una cara no se olvida en 4 meses.
– ¡Es la primera vez que paso por aquí!
– Vaya, estas de buen humor.
– ¿Cómo que de buen humor?
– No eres capar de pagar lo que me debes, te haces la tonta, no vas conseguirlo, además, tus padres ya lo saben.
– ¿Cómo que ya lo saben?
– Les dije que si no pagabas, la próxima vez que vinieras, te afeitaría con navaja, para dejarte bien calva.
Pedí levantarme o que me acercara el bolso, al principio negó las dos opciones, pero una vez accedió, su cara cambio por completo cuando le enseñe mi documentación, no sabía dónde meterse, empezó a taparse la cara, mirar de un lado a otro, así durante varios minutos, pues una vez cerró la puerta, empezó a pedir perdón, me había confundido con otra persona, la verdad aquella otra chica tenía un gran parecido conmigo, tras una pequeña charla, se aseguro que la puerta estaba cerrada, agarro la maquinilla y empezó a pasarla al cero, por los laterales y nuca, en pocos minutos, estaba completamente calva, aunque al pasar la maquina se notaba el corte, nervioso, fue a coger espuma y una cuchilla, enjabono toda mi cabeza y en pocos minutos, todo aquella pesadilla había terminado, la sensación de pasar mi mano, no notar pelo, era una sensación extraña, pues no había saltado ninguna lagrima y tanto el sonido de la navaja como el de la maquina, me estaban relajando.
Tras coger el abrigo y despedirme del chico, llegue al piso, el cual compartía con un chico, mientras le esperaba, empecé a probarme ropa, la verdad que me veía mucho mejor que antes, sobre todo cuando me probé un vestido rosa, nunca me gustaba como quedaba pero al verme con él, la sensación fue diferente , me notaba más natural, por lo que decidí esperarle con el puesto, no sin antes maquillarme un poco, cuando llego, su cara fue de asombro, pero le gustaba mi nuevo aspecto, le conté lo que había pasado, pensó que se trataba de una broma, pero cuando dije el nombre de aquella persona, su cara cambio, pues él, la conocía, así que al día siguiente fuimos a contárselo al peluquero.
El cual se sorprendió, pues pensaba que algo malo estaba por llegar, pero no, le contamos que conocíamos a la chica, incluso le dejamos el nuevo teléfono, tanto de ella como de su casa, tras pedir perdón de nuevo, nos invito a tomar algo, hablamos de aquel corte, los tres coincidíamos que estaba mejor así, incluso el, se atrevió a decir lo bien que me quedaba ese vestido.
A los pocos días, mi compañero de piso y yo pasamos por la peluquería, allí estaba la verdadera culpable, no nos fijamos mucho, pues llevábamos algo de prisa, pero a la vuelta, a pesar de llevar capucha, nos reconoció, nos conto que logro localizarla, la conto lo que había pasado, pero esta parecía pasar del tema, pero una vez llego su madre, la cosa cambio, pegaron la deuda, pero a cambio ella tendría que ayudarle y como no, cumplir el castigo, nos dijo que nos vio de pasada, quiso llamarnos, pero cuando salió, ya nos perdió de vista, nos conto que no llego a llorar, pero cuando se ve en los espejos, es como si agachara la cabeza, de pronto los tres, creo que pensamos lo mismo, pues al decirnos que tendría que estar 2 meses ayudando, pensamos que una mejor forma de ver su cara, era acudir allí y pedir un afeitado.
Y así fue pasado algo más de un mes, en una tarde también lluviosa de Mayo, me presente en la peluquería, cuando me vio, puso cara de asco y se giro sin apenas decir un buenos días correctamente, cuando salió el, me miro y sonrió, trato de disimular un poco, pero al ver su cara, fue directo al grano, preparo las cosas, me coloco la capa y empezó a pasar la maquina completamente al cero, cuando termino, enjabono mi cabeza, me dejo así durante algunos minutos, para poco después con la navaja, rematar el trabajo, me llevo al lava-cabezas, pero en vez de él, fue ella quien se encargo de lavarme bien la cabeza, podía ver su cara de asco, pero trataba de mantener la calma, cuando termino, pague, pero antes de salir, de nuevo me ofreció algo de beber, le dije que no, pero me insistió, accedió, mientras tanto charlábamos tranquilamente, hasta que un momento de la conversación, el, la pregunto por la cara de asco, ella le dijo, que no era normal que una chica tuviera la cabeza afeitada, fue entonces cuando, la volvió a contar el error, entonces ella empezó a reírse, como una loca, pero de nuevo paso frente a un espejo y su risa paso al silencio, su cara, cambio por completo, fue entonces cuando soltó la puntilla, la dijo de repasar el corte, que ya tocaba, estaba muy largo, sin decir nada, abrió la puerta y se marcho de allí.
Decidí mantener mi cabeza afeitada durante varios meses, pero lo mejor de todo aquello, ver la cara de la otra persona, pues seguía con su cara de asco, ella se había puesto una peluca de color rosa, la cual había recortado para hacerla pasar por pelo natural, pero ni de lejos daba esa impresión….