La pregunta de mi vida (Mónica Murillo)

Era una hermosa mañana de verano, era principio de año, el sol brillaba en un cielo completamente azul, los vientos alisios refrescaban el ambiente, y yo disfrutaba manejando mi auto con rumbo a las montañas donde hacia un mes había reservado una cabaña para ir a descansar, había tenido un fin de año muy agitado, lleno de compromisos familiares y algunos negocios que tenia que dejar concluidos antes de finalizar diciembre.
Mientras conducía pensaba si no se me había olvidado algo, y mentalmente hacia un inventario de mis deberes, así como de las cosa que llevaba en la cajuela, de pronto, recordé que se me olvido avisar a mi vecina que no iba a estar y que si era posible me vigilara la casa en mi ausencia, en realidad no era importante sabia que era cuestión de llamarla por teléfono y todo quedaría solucionado, en fin decidí no pensar mas y empezar a disfrutar de estas vacaciones que tanto merecía, así que encendí el estéreo mi coche, me solté el cabello y a disfrutar del paisaje tan lindo que Dios me estaba regalando, eran las ocho y cuarenta y estaba empezando a sentir hambre, por lo que decidí pasar a desayunar, así que comencé a buscar un buen lugar para detenerme, después de algunos minutos observe una linda fonda, y me detuve, realmente el paisaje que se miraba desde allí era precioso, grandes prados, llenos de una robusta y espesa vegetación, y que decir de la fauna, monos, pájaros, reptiles, en realidad todo un paraíso, me senté en una mesa de las ubicadas fuera de la fonda, instantes después me atendió un hombre joven, de unos veinticinco años y no puedo negar que desde que le vi me gusto, alto, cuerpo atlético y una frondosa cabellera, que desea comer dijo con un tono muy agradable, le pedí que me recomendara, a lo que accedió, diciéndome que ordenaría por mi, pero no aceptaría reclamos, eso si, me dijo «si le gusta el desayuno deberá salir a bailar conmigo» entonces le acepte la propuesta, con lo cual el se retiro, minutos más tarde me trajo un delicioso desayuno y debo ser honesta estaba muy sabroso, cuando termine le pague y le explique que el baile quedaría para otra oportunidad, porque yo solo iba de paso, y adonde vas pregunto con una voz muy varonil, entonces le comente que a pasar unos días a una cabaña que había alquilado cerca de la laguna Cristal y me propuso que si no me importaba el podía llegar en la noche y que cerca de esas cabañas había una taberna donde se podía bailar, por mi no hay problema si deseas llegar, te espero, le conteste, me sonrió y se alejo, me levante, tome el auto y continué mi camino, mientras viajaba pensaba si realmente llegaría, no, dije, difícilmente se desplazará cuarenta millas para ir a bailar, por lo que decidí olvidarlo además ni el nombre le había preguntado, ya en la noche, e instalada en mi cabaña me puse cómoda y me dispuse a ver televisión, en eso llamaron a la puerta, inmediatamente pense será el, no, que va, me levante y fui abrí la puerta, y si, allí estaba él, con un hermoso ramo de flores silvestres, y un pequeño maletín en su mano, le invite a pasar, mientras me vestía, una hora después estábamos bailando, fue una noche de fantasía, esa noche me había enamorado, me fue a dejar a la cabaña y me pidió que le dejara pasar, porque había dejado el maletín a dentro, no, lo pensé dos veces para decirle que si, ya adentro le invite a una copa y nos sentamos a charlar, fue cuando le formule la pregunta que cambiaria mi vida, si, el se puso cómodo y me dijo, bueno, eso te lo diré, cuando me respondas la siguiente pregunta, esta bien házmela, me esta matando la curiosidad, le dije, bueno donde voy a pasar la noche?, …por unos instantes me quede muda, pero reaccione, aquí por supuesto, el se inclino hacia mí, me tomo entre sus fuertes brazos, y empezó a besarme, mientras sus manos recorrían todo mi cuerpo, y desnudándome hábilmente mientras me acariciaba, en pocos momentos yo estaba desnuda, el se detuvo y se quito la camisa dejando al descubierto pectorales y músculos muy bien formados, se me acerco y le pedí que se detuviera que todavía no me decía que venia en el maletín, se rió, y me dijo, bueno, la curiosidad mato al gato, tomo el bulto y lentamente lo abrió, introdujo su mano y saco un peine, tijeras, una maquinilla de cortar pelo, talco, un paño grande y una guías para la maquinilla, le pregunte que porque andaba eso allí, y me respondió, para que lo usemos, como?, pregunte, si, nunca es pensado en raparte la cabeza, o tu pubis, o para ser mas explicito, no te gustaría que te deje sin un solo pelo en tu cuerpo, jamás, respondí, a lo que contesto, sabes, no voy a tratar de convencerte, mas bien te voy a pedí un favor, cual?, pregunte, tu vas a rapar mi cabeza, – yo?,- si, pero yo no se como y además me gusta tu cabello, – pero a mi no, por favor córtamelo, si, hazlo,… insistió tanto que termine por aceptar, el trajo una silla y conecto la rapadora, yo todavía, no entendía que estaba pasando pero me estaba excitando y no sabia porque, me dio la maquina, le monto una guía y me explico como usarla, que debería empezar de la nuca hacia arriba, igual a los lados y que por ultimo la parte de arriba, me pidió que le cortara un poco con la tijeras para que la maquinilla no tuviera problemas a la hora de estar rapando, se sentó se puso el paño en la espalda y me dijo que comenzara, el realmente quería que lo pelara, pero yo no terminaba de animarme, fue entonces cuando me volvió a verme con una mirada tierna, que termino por convencerme, tome las tijeras y las puse sobre la mesa, me dije …voy a pura maquina y espero no se descomponga, la encendí y el sonido me hechizo, el inclino la cabeza y me indico adonde colocar inicialmente la maquina y que debería ir subiendo lentamente, respire profundamente e inicie, mi cuerpo se excitaba conforme la maquina iba cortando, el cabello comenzó acumularse encima de la maquina lo que me obligo a separarla de la cabeza para sacudir el pelo acumulado, fue entonces cuando vi un línea ancha blanca dibujada en la nuca, por donde yo había pasa la maquina, no pude resistir y pase mi mano, se sentí delicioso, les juro que estaba a punto de tener un orgasmo, era fascinante, ya en ese momento lo único que yo quería era seguir rapándolo, y así lo hice, con cada pasada de la maquinilla mi excitación aumentaba, realmente nunca había vivido algo así, recuerdo que muchas veces acompañe a mis hermanos para que los pelaran y si bien es cierto me encantaba pasar mi mano por las nucas de ellos recién peladitas, no puedo compararlo con esta experiencia, cuando termine el tomo la maquinilla y le quito la guía me la dio y me dijo, ahora si empieza a raparme a cero, esta vez no tuvo que pedírmelo dos veces, le incline la cabeza, en ese momento cubierta por unos pequeños pelito de medio centímetro de largo, ya yo estaba lista par dejarlo rapado totalmente, comencé por su nuca, me enloquecía el sonido de la maquinilla al ir cortando se la pasaba hasta dos veces no quería dejar ni un solo pelo sobre esa cabeza además se sentía tan rico tocarle la nuca bien peladita que ya me sentía mojada y eso me preocupaba porque estaba desnuda y no quería que el se diera cuenta, bueno, al fin termine, y seguía muy excitada, el se levanto tomo la maquina la encendió me miro a los ojo y se hinco, me pidió que me acostara en el suelo y que abriera un poco las pierna, cosa que hice de inmediato, y el comenzó a acariciar mis partes intimas le pedí que no lo hiciera que estaba a punto de un orgasmo que ya me sentía mojada, el me dijo que precisamente eso era lo que quería, continuo acariciándome , con todo lo que tenia disponible manos, lengua, en fin hasta que no pude mas, fue delicioso, el tomo el paño y empezó a limpiarme, cuando quede bien limpia encendió la maquinilla y empezó a dejar mi sexo totalmente peladito parecía el de una niña, me lo dejo sin bello alguno, ya para ese momento yo estaba de nuevo excitada, nos levantamos, me abrazo y sin darme cuenta me sentó en la silla, comenzó acariciarme mis senos, y a jugar con mi oreja mordisqueándola, y susurrándome al oído me pidió que le dejara raparme la nuca, me dijo que era la moda y que como mi cabellera era tan abundante con solo soltarla nadie se daría cuenta, la verdad ya yo no podía decirle que no, en realidad deseaba que lo hiciera y solo le afirme con mi cabeza, el levanto todo mi cabello que estuviera a cinco o seis centímetros para arriba de mi nuca lo prenso y comenzó a cortar con tijera para reducir la longitud de mi pelo cuando ya había disminuido el largo tomo la maquinilla y empezó a raparme la nuca ya para ese momento había tenido mi segundo orgasmo, al sentir la maquinilla pasar por mi nuca me excitaba al punto de perder la razón, fue allí cuando en un momento de locura solté todo el cabello que el había separado para no cortarlo y le pedí que me rapara toda el me tomo la mano y me la paso por mi nuca era increíble la sensación que sentía, el tomo mi cabello y lo secciono en varias colas las que fue cortando con tijera y por ultimo comenzó a pasar la maquinilla yo no quería que terminara, otra vez no soporte, ya estaba tan mojada, y me acordaba que nunca había tenido tantos orgasmos como esa noche, además de raparme y hacerme vivir la mejor experiencia de mi vida, me hizo el amor, como locos los dos ahí en la cama revolcándonos y totalmente pelones, deliciosamente rapados.

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Author: mdj

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