Una vez en la vida (Virginia Salomón)

Conocí a un chico, una noche, un chico especial, un chico de esos que no se olvidan fácilmente y lógicamente me enamoré de él. Era inevitable no enamorarse de alguien como Fabián, un porteño muy especial.
Antes que él había conocido a otros chicos, había creído estar enamorada, pero con él todo era diferente, me envolvía con facilidad, me hacia sentir la mujer más linda del mundo.
Bueno, yo no era fea y lo sabía, ni muy alta ni muy baja, un buen cuerpo y unos pechos que yo sabía que más de uno miraba, mis ojos eran azules y mi pelo moreno oscuro casi negro, morocha como el me decía. Yo llevaba el cabello largo, casi a la cintura, y la verdad que siempre lo había llevado asi me gustaba mi pelo y lo cuidaba mucho. Nunca me planteé cortarlo.
Una noche, cuando ya llevábamos casi seis meses viviendo juntos, Fabián me dijo algo que me sorprendió mucho. Me dijo que le parecía una chica muy linda, pero que le gustaría verme afeitada.
-¿Cómo afeitada?-le pregunté yo-
-Si, peloncita mi amor, te verías muy sexy y moriría por verte así-dijo él.
Me quedé muda, aquello me sorprendió, jamás nadie me había dicho algo así y menos alguien tan importante para mí como él.
Esa noche no podía dormir, no hacia más que pensar en lo que me había dicho, yo adoraba mi pelo y había pensado durante este tiempo que el también lo adoraba.
¿Podría hacer yo algo así?, no me sentía capaz, era cobarde, me moría sólo de pensarlo.
A la mañana siguiente me duché, y con una camiseta cortita nada más y el cabello aún mojado, salí a desayunar, el estaba también allí.
Se acerco a mí, y me abrazó por detrás con su mano jugueteaba con mis pezones por encima de mi camiseta, como le gustaba hacerlo. Se acercó a mi oído y me susurró: «Estarías tan linda mamita».Mi cuerpo se estremeció.
Pasaron unos días y no podía dejar de pensar en aquello que me había dicho, deseaba afeitarme la cabeza.
Yo siempre había pensado que por él era capaz de hacer cualquier cosa de volver, porque lo amaba, lo amaba tanto.
Pero aquello era duro para mí, me daba miedo hacer algo así…
Una noche cenamos en casa, hacía calor y yo abrí la ventana un poquito, era verano, encendí unas velas y un poquito de incienso, como me gustaba hacer.
Esa noche era especial, era su cumpleaños y yo quería darle una sorpresa…
-Mi amor, tengo un regalo para ti-le dije.
.¿Cuál es mi regalo, dime?-dijo él.
-Bueno yo quería hacerte un regalo, pero un regalo especial y pensé que el mejor regalo para ti, sería dejarte que me afeites la cabeza-dije yo.
El sonrió, se acercó a mi y me besó, con su beso calmó mi ansiedad y mis nervios, porque aquello no era fácil para mi
Me cogió de la mano y me llevo al baño y con sus manos me fue desnudando hasta que quedé totalmente desnuda, me besó y acaricio mi cuerpo, mi cuerpo estaba excitado porque lo amaba.
Me pidió que me sentase el la banqueta que el colocó en el baño y como el me pidió, totalmente desnuda allí me senté.
Yo lo miraba a través del espejo que tenía enfrente, estaba muy nerviosa.
Cogió un peine y empezó a cepillar mi pelo, jugaba con él lo olía hasta que dejó de hacerlo.
A continuación vi en sus manos unas tijeras, que a mi me parecieron inmensamente grandes, y con ellas empezó a cortar mi cabello, iba cogiendo mechones de pelo y los dejaba como a dos centímetros, yo veía caer mi melena y sentía escalofríos.
Primero la nuca, después los laterales y más tarde la parte delantera, antes de que me diese cuenta tenía mi pelo a cm de longitud todo él, estaba asustada.
Después de hacer esto, Fabián me besó y yo vi el brillo de sus ojos, mientras me besaba acariciaba mis pezones y yo le deseaba. Pero el siguió con mi pelo, cogió una maquinilla cortapelo, la encendió y la puso al uno, comenzó a pasar la maquinilla por mi cabeza, otra vez el mismo recorrido mi nuca, los laterales, y luego la parte de delante. Cada vez tenía menos pelo en mi cabecita.
Fabián dejó la maquinilla y comenzó a besar mi tripita, con su cabeza fue descendiendo poco a poco hasta llegar a mi sexo, yo notaba su aliento y me excitaba, pero él siguió con su trabajo.
Cogió la espuma de afeitar y una cuchilla, esa parte es la que más le excitaba a él, yo no notaba en sus ojos.
-No quiero un pelito mi amor en tu cabecita, quiero verla toda desnudita a ella también, ni un pelito- dijo él.
Y poco a poco fue afeitándome la cabeza, quedé totalmente pelada sin un pelo cuando acabó.
Eres la mujer más sexy del mundo me dijo, no dejaré nunca más que te dejes el pelo largo, me encantas asi. Más linda no puedes estar, mucho mejor que antes.
Esa noche hicimos el amor como locos, jamás lo olvidaré fue la noche más maravillosa de mi vida.

mdj
Author: mdj

1 comentario

    por como relatas, me parece que sos de argentina, me gustaria encontrarme con vos, yo tambien soy de argentina.
    PEPE

Deja una respuesta

Leave the field below empty!

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.