Hace ya casi tres años que trabajo en una tienda de música en un centro comercial, en él hay muchas tiendas de ropa y quizás sea esa, una de las razones por las que sigo trabajando en ese centro comercial, desde muy pequeña siempre me han llamado la atención los escaparates de las tiendas de ropa, podria pasarme horas y horas delante de ellos mirando como visten las maniquíes en cada tienda.
Cada mañana suelo pasar por delante de ellos, pero hay uno en concreto que atrae poderosamente mi atención, todos los escaparates tienen sus maniquís vestidas y cubren sus cabezas con cualquier complemento (sombreros, pañuelos, pelucas,etc), pero éste escaparate en concreto, siempre tiene a sus maniquíes desnudas, solamente tienen la cara maquillada, (labios, ojos y cejas) y unos pendientes en forma de aros inmensos cuelgan de sus orejas.
Ayer al cerrar por la noche, el azar hizo que conociera a la persona que decora éste escaparate, es un chico de complexión fuerte, va completamente rapado y lleva un aro pequeño en cada oreja, estaba dentro del escaparate maquillando una de la maniquíes, cuando mi curiosidad me llevó a entrar dentro del escaparate donde estaba él, me miró, me sonrió y me preguntó si queria ser una de sus maniquíes, balbucí un sí, me cogió de la mano y me llevó a un especie de taller en la trastienda, me desnudó y con crema de afeitar y una navaja me dejó la vagina tan suave como la seda, luego me senté en un sillón, oí un zumbido y la rasuradora empezaba abrirse camino en mi cabeza, poco a poco iba desapareciendo mo bob de flequillo corto para dar paso a una cabeza completamente rapada, extendió crema de afeitar y con la navaja apuró hasta dejarla lisa, el tacto de mis manos por todas las zonas rapadas era erótico, sensual, nunca habia experimentado una sensación igual, me depiló las cejas y acto seguido aplicó una crema hidratante en todas las zonas afeitadas, abrió una caja donde tenia el maquillaje y me pintó de rojo los labios, los ojos los decoró con una línia negra y las cejas las dibujó enarcadas y finas, me colocó de pendientes dos aros inmensos y me subió al escaparate, me sentía una maniquí, me habia moldeado como una de ellas.

Author: mdj