Una historia (David)

Hola a tod@s,

Yo siempre he llevado el pelo un poco más largo que el lóbulo de la oreja y por detras siempre cubriendome el cuello, ondulado y castaño con unos reflejos.

El domingo estaba en casa de mi novia, la cual estudió peluquería y trabaja desde hace 2 años en un salón de peluquería femenina, que es de su tía, como estilista, pero nunca me lo había cortado a mi ya que siempre que se lo insinuaba me decia que bastante tenía con hacerlo todo el día y que mi peluquero de siempre me lo dejaba muy bien y ella estaba especializada en mujeres, el caso es que estabamos tirados en el sofá viendo la tele y yo empecé a decir que tenía que ir a la peluquería porque empezaba a tener el pelo demasiado largo y tenía que hacerme los reflejos otra vez… y esa última frase fue el detonante de todo, ella me insistia en que no me los hiciera que prefería que tuviera mi color natural que le gustaba más y yo al verla tan insistente le dije: que si ella no quería que me hiciese los reflejos tendría que cortarme el pelo, tras unos segundos de silencio me contesto que sí pero que me lo cortaría como ella quisiera y ahora, me dejo en blanco al principio, porque imaginé que al final me diría que no como siempre pero al escuchar eso… me excite un montón la verdad.

Empecé a quitarme la camiseta para lavarme el pelo y ella me dijo «en casa nada, en la peluquería, que sino después lo llenaremos todo de pelos y no tengo ganas de ponerme a limpiar el baño luego… así que nos vamos al salón que para eso tengo las llaves».

El salón es bastante clásico, tiene 6 tocadores clasicos con sillas de cuero y un espejo que cruza de lado a lado toda la peluquería, frente a cada sillón un secador de pelo y en los dos del medio había unas maquinillas que estaban cargandose, había sillones en el otro lado del salón con los secadores de casco en fila (como las peluquerías de nuestras abuelas vaya…) los lavacabezas es lo único moderno, super cómodos que se reclinan que parece que estés en la cama…

Llegados al salón me dió una bata color rosa que tenía más años que yo para que me la pusiera y me hizó pasar por el lavacabezas… después de desenredarme el pelo a conciencia y peinarme una y otra vez me hecho la cabeza hacia abajo mientras notaba como empezaba a mojarme el pelo con un agua super agradable, fué una gozada, me dio un masaje como jamás me lo había dado estaba en el 7º cielo, pero entonces me dijo una cosa que me dejo intranquilo… «tu disfruta, tránquilo…» para cualquiera os parecera que tan sólo es un comentario pero conociéndola sabía que no era por decir, ahí empecé a imaginar que tenía algo en mente planeado para mi.

Una vez que terminó de lavarme el pelo me llevo al sillón más cercano a los lavacabezas y me secó un poco el pelo con la toallame lo volvió a peinar todo y me dijo «como ya quedamos te corto el pelo como quiera, así que no quiero que empieces con quejas si no te gusta, aquí mando yo» a lo que yo contesté que sí sin ningún problema, ella era la peluquera y podía hacer lo que quisiera, ella me sonrió me dió un beso y se fue a por un carrito que tenía al lado de un lavacabezas, ni siquiera me dijo si quería una revista ya que sabe que me encantan las peluquerías y nunca quito ojo de los que se hacen sus clientas cuando voy a recogerla, siempre que pasamos por delante de otra peluqueria nos fijamos los dos y comentamos el salón o la gente de su interior así que sabía que no quería perderme detalle, ella volvió me inclinó la cabeza hacía abajo y empezó a hacer algo que no tenía muy claro que era porque me tenía con la barbilla pegada al pecho, le pregunté que hacía y ella me contestó «esto es una peluquería de señoras y te pienso tratar como si fueras una, las señoras se suelen hacer moldeados y permanentes y a ti te gusta siempre mirar como se las hago, ahora te la voy a hacer a ti» no dijo nada más y yo me quedé sin habla, ella tan sólo tenía una sonrisa maliciosa que cuando la miraba se volvía más pícara aún…

Era increible, ahi estaba yo en un salón de peluquería exclusivo para mujeres y encima mi novia me estaba haciendo una permanente… no me salían las palabras y tan sólo podía mantener la boca abierta por la impresión que me estaba ocasionando, siempre había visto a las señoras con los rulos puestos y siempre me llamó la atención…

Ya tenía toda la nuca cubierta de rulos y empezo con los laterales y la parte de arriba, al ponerse a mi lado noté que ella también estaba disfrutando pues tenía una sonrisa en la cara que no se le había borrado ni un instante, el momento en el que puso a mi lado el carro lleno de utensilios de peluquería y me vi en el espejo con la cabeza llena de rulos me excito de sobremanera e intente cogerla por la cintura para besarla le insinue que si tenía que dejarme los rulos puestos tendriamos tiempo para poder hacer el amor, que fueramos a la parte de atrás ya que estaba muy excitado, ella me cogió de las manos y me susurro acercandose al oido «todavía queda mucho por hacer no puedo perder el tiempo con una clienta», ella sacó entonces un trozo de algodón y me lo puso alrededor de la cabeza, sacó un liquido (con un olor bastante desagradable) y empezó a colocarlo por toda mi cabeza una vez que hizo esto me colocó una redecilla en la cabeza, mi aspecto era el de una autentica mujer con toda mi cabeza cubierta por esa redecilla, en ese momento empecé a hablar con mi novia sobre esto pero ella me recordó que no me tenía que dar ninguna explicación ella era la peluquera y yo la clienta.

Me cogió de la mano y me llevo a uno de esos sillones con el secador de casco detrás, me indicó qe me sentara y me puso el secador sobre la cabeza… me dejó boquiabierto

mdj
Author: mdj

1 comentario

    me encantaria que una chica me hiciera eso a mi

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