Amigos hasta el final (por Joan Per)

Fernanda y yo nos conocimos en la universidad, tuvimos la suerte de estar en las mismas clases y compartir horarios, por lo que desde los primeros días de escuela nos volvimos grandes amigos.

Conforme pasaron los años, nos fuimos convirtiendo en confidentes, nos platicábamos todo, sabíamos cada detalle de nuestras vidas y nos apoyábamos en todo.

Fernanda desde que la conocí me atrajo mucho físicamente, su delgada figura, sus grandes ojos, sus labios rojos y su cabello largo y negro, era la persona ideal para mi, aunque nunca me atreví a declararle mis sentimientos por miedo de perder la gran amistad que tenia con ella.

Su largo cabello siempre me llamo especial atención atención, ya que se notaba que le dedicaba demasiado tiempo y cuidados, pero sin ninguna duda valía la pena, ya que se había convertido en una de sus características más llamativas y aunque siempre sentí una excitación al imaginarme estar junto a ella mientras le cortaba mechón por mechón de su hermoso cabello hasta dejarla totalmente rapada, nunca se lo mencione o le hice algún comentario, ya que sabía que su largo cabello era muy importante para ella.

Acabando la universidad nos distanciamos un poco, ya que cada uno había podido conseguir empleos y la vida laboral no nos permitía vernos el tiempo que yo hubiera deseado, por lo que los días en los que organizábamos una salida al cine, ir a comer, etc., me la pasaba increíble a su lado.

Al cabo de estos años algunas veces cambio de look pero nunca cortándose el cabello mas allá de su cuello, por lo que constantemente le preguntaba si alguna vez se atrevería a usar un look con el cabello muy corto, pero siempre respondía riéndose haciéndome ver que estaba loco por sugerirle tal cosa.

Pasando un par de años cada fue más difícil poder compartir momentos juntos, ya que las responsabilidades en nuestros respectivos trabajos habían crecido dejándonos muy poco tiempo libre para poder vernos. Después de muchos días sin vernos, un día recibí una llamada de ella, se oía muy contenta, el motivo por fin había podido independizarse de casa de sus padres y había encontrado un departamento solamente para ella, me dio mucho gusto oír esa noticia, ya que sabía que ese era una de sus metas más importantes. Para celebrar dicho acontecimiento me invito a cenar a su nuevo departamento para que lo conociera, sin pensarlo un instante acepte y organizamos dicha cita.

Llegado el día, me vestí de la manera más formal que pude, compre un ramo de flores y dos botellas de vino tinto, para celebrar tan especial momento para ella. Cuando llegue a su nuevo departamento y me abrió la puerta quede inmóvil al ver lo hermosa que se veía, llevaba puesto un vestido negro pegado al cuerpo y medias de red que torneaban perfectamente sus piernas, llevaba el cabello suelto hasta casi la mitad de la espalda y estaba mucho mas sedoso y brilloso de lo que yo me acordaba.

Empezamos la velada con una exquisita cena y mientras tanto nos servíamos mas copas de vino hasta que nos acabamos el par de botellas, ya nos sentíamos un poco ebrios, pero con ya bastantes días sin vernos y tanto que contarnos, entre risas y siempre recordando los viejos tiempos, decidimos ir a comprar más alcohol para seguir celebrando.

Así fue pasando poco a poco el tiempo mientras más nos emborrachábamos, en una ida rápida al baño observe que en la repisa había una maquinilla de peluquero, por lo que le pregunte que si era de ella, me comento que era del dueño anterior del departamento y la había olvidado ahí y como se había mudado a otro estado nunca se la pudo regresar, fue cuando aproveche el momento y entre la sensación de calor producido por el alcohol le propuse en forma de broma que me cortara el cabello al rape ya que yo traía en ese momento el cabello más largo de lo acostumbrado, cuál fue mi sorpresa que sin pensarlo accedió inmediatamente haciendo la broma que jugaríamos al peluquero.

Acerco una silla a un espejo, conecto la maquina y al empezar a funcionar me reitero si estaba seguro de lo que íbamos a hacer, pero en ningún momento di marcha atrás ya que desde el momento que prendió la maquina sentí una gran excitación. Me pregunto qué tan corto me lo cortaría por lo que de inmediato le dije que al cero y acto seguido sin ninguna palabra más empezó a posesionarse en el papel de un peluquero y comenzó a raparme sin misericordia, yo al ver como caía mi cabello fui entrando en un estado de excitación muy grande, pero mi sorpresa fue al ver a Fernanda en el reflejo del espejo como cada vez sus movimientos se volvían más sensuales mientras se mordía de vez en vez sus labios rojos, esto me produjo mucha excitación pero pude controlarme al pensar que se desconcertaría al ver mi excitación por cortarme el cabello.

Cuando acabo de cortarme el cabello me vi al espejo y estaba ya totalmente rapado al cero por lo que la excitación ya era mucha, y fue en ese momento que entre una sensual risa me comento que me veía muy guapo con ese look, me levante de la silla me sacudí los cabellos que habían quedado en mi ropa y cuando vi que iba a poner la maquinilla una vez más en su lugar la tome de la mano y la voltee hacia a mi comentándole que era mi turno de hacer del personaje del peluquero, al principio su expresión fue de asombro pero inmediatamente su cara dejo ver una pequeña sonrisa picara y sin pensarlo dos veces se sentó en la silla y me acerco unas tijeras que tenia a la mano, pidiéndome que solo le despuntara el cabello, tome las tijeras y sin dejarla respirar siquiera empecé a cortarle solo un poco de cabello pensando que eso sería el fin de una gran experiencia, pero mi sorpresa llego cuando me comento que le cortara mas el cabello por lo que sin pensarlo le pase las tijeras dejándole el cabello casi a la altura del cuello, en ese momento vi como apretaba sus piernas mientras su cara tomaba un tenue color rojizo y casi entre labios me pidió que se lo cortara aun mas, tome las tijeras y casi como un experto le deje el cabello a la altura de sus oídos, mientras se le ponían mas ruborizadas sus mejillas y apretaba mas las piernas me pido que se lo cortara aun más corto y tomo la maquinilla y me la dio en las manos, se paró de la silla y con una voz muy sexy me dijo que le cortara el cabello tanto como yo quisiera y con el pretexto de que no quedaran cabellos en su vestido, con suaves movimientos se empezó a desvestir dejando caer su ropa al piso descubriendo su hermosa figura adornada con la lencería más sexy que había visto, su par de medias de red hasta los muslos daba paso a una tanga negra con encaje y un bra que apenas podía contener sus senos, al estar ya en ropa interior se volvió a sentar y me pidió que comenzara por lo que una vez más conecte la maquina y dejándome ir por la excitación comencé a pasarle la maquinilla por la cabeza, ella se tocaba todo el cuerpo, su cabello negro iba cayendo a grandes porciones en el suelo, mientras más descubría su cabeza más excitados nos poníamos los dos y en cuanto más me acercaba a dejarla totalmente rapada se empezó a tocar cada vez mas frenéticamente y a moverse cada vez más sensual y violentamente, mientras poco a poco ya no quedaba rastro de aquel cabello largo brillante y negro dando paso a una cabeza totalmente rapada, el sonido de la maquina pasando por cada uno de sus cabellos nos aumentaba de forma desmedida la excitación que al final cuando quedo totalmente rapada, con la cabeza totalmente descubierta, note que nunca la había visto tan guapa y sexy por lo que no me contuve y empecé a tocarle sus senos de manera frentica pero sutil, le desabroche el seguro del bra dejando libre su par de senos que mostraban la gran excitación con la dureza de sus pezones, me tomo una mano y la bajo hasta su pelvis y al mejor estilo de explorador poco a poco fui llegando a su tanga que se encontraba ya toda mojada, en ese momento se paró de inmediato y sin dudarlo empezó a desvestirme, mientras yo la despojaba de su única prenda, que dando los dos totalmente desnudos y rapados seguimos besándonos hasta que en un arrebato nos dejamos caer al suelo para hacer el amor de una forma que nunca antes había vivido, mientras nos seguíamos acariciando y besando nos tocábamos nuestras cabezas rapadas excitándonos mas.

Cuando al fin explotamos los dos al mismo tiempo nos quedamos mirando, nos levantamos, nos abrazamos y fuimos a acostarnos a su cama, durante esa noche hicimos el amor unas 5 veces ya que cada vez que nos sentíamos cansados faltaba solamente volvernos a tocar nuestras cabezas rapadas para volver a excitarnos nuevamente.

Desde ese día me alegra comentarles que Fernanda y yo ya no somos más amigos, ya que a partir esa noche me mude con ella y ahora somos pareja y cada tanto tiempo cuando nos crece un poco el cabello volvemos a repetir toda la escena de aquel maravilloso día donde el raparnos nos unió para siempre.

 

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Author: mdj

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