La gran noche (Tricopk)

Al llegar la saludó con un apasionado beso en los labios y sin perder ni un segundo le vendó los ojos con un pañuelo; eso sí que no se lo esperaba, la tumbó de un empujón en la cama y la esposó al cabezal. No era capaz de articular palabra cuando escucho el sonido de un estuche abrirse, colocó algo en la mesa y se acercó a besarla de nuevo. La fue desnudando lentamente; primero los pantalones y las bragas dejando sus partes íntimas totalmente rasuradas al aire.

Después le quito la camiseta, le bajo levente el sujetador y empezó a besar sus pezones que se estimulaban lentamente con el contacto de su lengua. Bajo lentamente por su barriga y en ese momento se levantó y se fue. Ella seguía tendida en la cama cuando sintió un click y el sonido inconfundible de una maquinilla de cortar pelo, no sabía que iba a hacer con ella pero cualquier cosa que se le ocurría le parecía totalmente excitante.

Totalmente en silencio empezó a distinguir el cambio de sonido que hace la maquinilla al cortar pelo y lo supo inmediatamente: aquello que tantas veces le había pedido que le dejara hacer, tantas ganas que tenia de ser ella la que lo rapara y ahora lo estaba haciendo el mismo delante de ella y sin que pudiera verlo.

Al principio sintió un pequeño cabreo de tener que perderse la experiencia, pero pronto empezó a sentirse increíblemente excitada, más que nunca, de solo imaginárselo pasándose el mismo la maquinilla desde la frente hasta la nuca. Entonces paró un segundo la máquina y se acercó a ella, la desató, se la puso en las manos con los ojos vendados y ayudándola le hizo que se la repasara por toda la cabeza de punta a punta, sus pelos cortados le iban cayendo en la barriga y sobre los pechos.

Ella estaba tan cachonda que estaba mojando la cama con sus flujos vaginales, por fin terminó de dejarle el pelo bien rapadito, dejo la maquinilla a un lado y comenzó a embestirla con furia, ella se corrió en la primera envestida pero aún quedaba más.

Cuando él también se corrió le quito la venda de los ojos y al verlo se corrió de nuevo sin tocarse, entonces ocurrió algo que ella no se esperaba, el cogió de nuevo la maquinilla y se la pasó por la frente; cuando se tocó su frente pelada y la mitad de su melena en el suelo solo sintió ganas de llorar, ella quería raparlo a él pero bajo ningún concepto quería ser rapada.

La volvió a atar al cabecero pero esta vez de espaldas mientras ella le suplicaba entre sollozos que por favor no lo hiciera, le puso una capa de peluquería y volvió a pasarle la maquinilla por la frente pero esta vez quitándole la guía que se había puesto para él y dejándola completamente al cero. Durante unos minutos, pasada tras pasada la fue dejando completamente pelada, todos sus largos mechones eran ahora historia esparcidos por la cama y sobre su espalda.

Terminó de raparla y se fue durante un segundo. Ella se había abandonado ya por completo y una vez asumido que había perdido todo su pelo empezó a disfrutar.

Lo escuchó volver con algo en las manos: crema de afeitar. Se la empezó a esparcir por la cabeza con suaves masajes dejando que se reblandecieran los poros del cuero cabelludo y comenzó a pasarle la cuchilla con mucho cariño mientras la iba besando por la espalda. Pasada tras pasada la iba dejando completamente calva, quitándole los pocos pelos que le quedaban en la cabeza.

Ella estaba muy excitada y cuando terminó de afeitarle la cabeza empezó a tocarle el clítoris y a empapar su mano con su liquido vaginal, se lo unto en el pene y comenzó de nuevo a embestirla; esta vez por detrás. Embestida tras embestida la estaba haciendo polvo, pero le encantaba como se había rapado delante de ella y como después le había afeitado la cabeza.

Por fin se corrieron a la misma vez y se quedaron dormidos tocándose la cabeza el uno al otro.

mdj
Author: mdj

Deja una respuesta

Leave the field below empty!

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.