Eran las nueve. Habian pasado seis meses desde la ultima vez.
Ahi estabas tu, en el asiento trasero de un audi color azul marino, llevandome la contraria, sin camiseta, con barba y ese pelo rubio que te caracterizaba. Algunas cosas seguian tal y como estaban. Otras no.
Del corte a lo Uma Thurman en Kill Bill habia pasado al negro y a los cms que te regala medio año sin usar las tijeras. Sin paliativos, sin adaptaciones. Yo era otra y de algun modo sabia que tu querias convertirme, una vez mas. -Pequeña ha pasado medio año, pero la sensacion sigue ahi. La he moldeado cada dia. -Suelta mi pelo, voy al volante, la culpa es mia por dejar que te sientes detras mientras conduzco.
Seguimos en silencio casi una hora, hasta que aparque en el porche de su casa. Queria estar ahi (hasta diez minutos antes de abrir la puerta de su dormitorio).  Esto es demasiado solape con un hilo de voz. -No, esto es lo que tu, te mereces despues de todo. No me dio tiempo a articular palabra cuando ya estaba sentada en la silla de mi antiguo tocador. Me quede sin nada que decir. Y a el le sobro tiempo para colocarme con total destreza una capa negra con una gran caida. Sabia que abrir los cajones, era afirmar en silencio. -Sabes que no puedo. Empezo a tocarme la cabeza como nunca antes lo habia hecho, me pidio perdon con sus dedos, con su mirada clavada en el espejo. Desaparecio un momento y ahi tome conciencia de la situacion. En menos de cinco minutos estaba frente a mi, con unas tijeras en la mano derecha y toda la fuerza del mundo sobre la izquierda. -Te necesito quieta, entendido? Ahora baja la cabeza. Obedeci al compas de su fuerza ejerciendo sobre mi nuca para que agachara la cabeza. Cogi aire pero lo perdi en el momento en el escuche el primer tijeretazo. Seguido vino otro, espere con ansia el tercero, no llegaba a calcular la altura, pero se hizo esperar. Se hizo esperar porque prefirio parar y borrarme con nobleza una lagrima de la mejilla izquierda. -Esto tambien es normal Evelyn, no pienses en el final pequeña. No voy a seperarme de ti. He de reconocer que me tranquilizo. Que aunque estuviese un poco menos guapa, estaba un poco menos confusa. Vino el tercero, y el cuarto, y el quinto. Calcule una melena por encima de los hombros. Algo dentro de mi queria que se parara el tiempo. Me habia encendido. -Hasta el final si asi lo deseas y yo soporto el peso de las sensaciones. Se abrio el cajon. Y yo cerre los ojos. Alli seguia mi peine de nacar, me cepillo con ternura. Mi pelo aun tenia caida. Notaba el final de las puas, mi cerebro pensaba mas lentamente, al contrario que mi cuerpo. -Estas preciosa Eve, y eso que esto no es suficiente. Asi te deje hace casi seis meses en Alicante. Rapidamente volvio a colocarme bien la capa, me peino de nuevo y comenzo a cortarme el pelo. Esta vez el metal tenia contacto con mi piel. Un bob. Solo queria llorar, ya no habia marcha atras. No dijo una palabra. Note que el tambien estaba tenso. Empezo por la mitad, primero me rozo la oreja izquierda. Cuando termino siguio por la derecha. No fui capaz de levantar la mirada del suelo. No fui capaz de mirarme al espejo hasta que por un momento paro, se coloco frente a mi, me levanto suavemente la barbilla con sus dedos y me beso sin prisa. Ya no era yo. Parte de mi estaba en el parquét de la habitacion. Por un momento pense en la gente…

CONTINUARA…..

Author: mdj