Paraíso fetichista 1ª parte (por Pablo)

Buenos Aires es una ciudad muy, pero muy grande. Y tanto que puede albergar cualquier cantidad de lugares para darnos algún gusto, shows musicales, bares, partidos de fútbol, eventos culturales… y también seamos sinceros en lo más oculto, el fetichismo.
Lejos de ser una especie de logia, cada vez se va sumando mayor cantidad de personas, este lugar sería digno de ser filmado por el programa ya finalizado Sin Cities, ya que alberga cualquier cantidad de gustos sexuales.

Podríamos decir que… soy un hombre bastante importante por esta zona, pero no, tampoco me confundan con el dueño, aunque la gran mayoría de las personas me conoce, y no, tampoco soy un cliente vip o algo por el estilo, por lo cual estén atentos, porque les contaré con detalle y estaré dispuesto a responder sus preguntas.
Entré al lugar, ubicado en el concurrido barrio de Palermo, aunque en una de las calles más tranquilas, por supuesto que este lugar abre a partir de las nueve de la noche. Uno va por el pasillo y ve mucha gente sentada conociéndose, hablando de sus gustos. Por supuesto que hay vestidores para que uno pueda estar cómodo en ese lugar, total uno sabe que no lo van a juzgar.

Por ejemplo es normal ver hombres o mujeres con ropa de látex para aquellos que les gusta, alguno que va con un látigo encima, o ahora en verano todo un clásico… con el uso de las sandalias es fácil hacer uso del fetichismo de los pies. En la última vez que entré recuerdo haber visto a una mujer rubia de cabello largo, sentada y disfrutando con el fetichismo de los pies.

Y siguiendo ese recorrido, estaba aquello que me daba mucho deseo al final del lugar. Este pasillo culmina en un patio, como una especie de pulmón, el cual da acceso a varias habitaciones para quien las quiera utilizar y tener un momento íntimo. Una de ellas es temática, y es la que me interesa a mi… subí la escalera, la cual estaba llena de gente sentada también hablando de diferentes temas del fetichismo, aunque en la misma mayormente había mujeres, eso me había gustado mucho.
Cuando llego a la cima, sale una chica con un bob muy corto, estaba muy contenta mientras se lo acariciaba. Paso y encuentro a la causante de ese corte, quién además es la dueña y fetichista del cabello, Jimena. Ella es la razón por la cual soy importante en este lugar, soy su mejor amigo y… compañero de sus fetiches. Además, su habitación es temática para los cortes de cabello.

Alguna vez nuestros juegos pasaron a lo sexual, pero siempre disfrutamos mucho del fetiche, hacer peinados, jugar con pelucas, cortes reales y demás. Aunque no somos exclusivos para hacer estas cosas, pero sí entre los dos vivimos todo de una forma intensa. Aquel día me estaba esperando de una forma particular, primero la vi de frente y detrás de ella vi en una mesa dos mechones de su color de cabello.

Para que puedan imaginarla, ella es una mujer de 30 años, 1,60, delgada, ojos marrones, pelo castaño claro y lacio, el cual le llega por el momento apenas pasando los hombros. O eso creía…

Esos dos mechones resultaron ser suyos, de la parte de atrás de su cabello, donde se le empezaba a ver la nuca… entonces me comentó que se lo cortó ella misma, solamente para marcarme dónde querría como máximo su nuevo corte. Me acerqué a ella con una de sus tijeras y me dijo: “no, ya sabes que en este lugar mando yo, tendrás que aguantarte a que te haga algún corte primero, y luego en tu casa, como siempre… me tendrás a mí para lo que quieras”.

Me senté en la silla y directamente no pedí nada, ella sabe cómo complacerme… como mi pelo aun siendo corto ya había crecido un poco, me hizo el corte de moda con máquina al 2 en la parte de atrás y los costados, empezó a pasarla con mucha intensidad… se ve que aquel día con tales movimientos y lo que hizo en la parte de atrás de su cabello estaba bastante excitada.

Arriba me cortó a tijera para que tenga un poco más de movimiento, bastante cortito por supuesto… entonces me limpió y me quitó la capa, no tardó en decirme, “Estás listo para irnos a tu casa? Quiero que me arregles esto” mientras me miraba a los ojos y se acercaba hacia mí.

Tomó sus cosas y salimos del lugar, paramos un taxi que nos lleve hasta mi casa, a 10 minutos en coche desde el lugar. En aquellos asientos no se enloqueció solamente porque estaba el taxista adelante nuestro, claro, pasa que le mostré un elemento más que tomé en mi mochila, no solamente estaba el peine, la capa, la tijera… sino que también por mi cuenta guardé algo más… la máquina de rapar.

continuará…

mdj
Author: mdj

2 comentarios

    Hola, soy de Bs As, y me gustaria encontrar aqui, alguien que tambien sea fetichista, por lo cual te pido si podes pasarme los datos para poder conectarme con Jimena.Gracias

      Marcelo, toda la historia es ficción. Lamento decirte que Jimena por lo tanto… también. Un fuerte abrazo.

Deja una respuesta

Leave the field below empty!

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.