14. Padre militar

 

Recuerdo la primera vez que él vino aquí: su padre aparcó el coche y trajo al  joven a la peluquería del recinto militar. El chico, de unos 15 años, estaba nervioso. Tenía el pelo bastante largo, cubriendo las orejas y el padre, tajantemente, le ordenó  que se sentara en mi silla. El no tuvo  alternativa. Su padre me  miró y me dio unas instrucciones muy claras.

-¡¡Quiero que le dé el corte de pelo más corto que usted pueda darle!

Los ojos del chico se agrandaron horrorizados; Mientras le ajustaba un pañuelo al cuello, pregunté:

-¿ Completamente calvo?

El contestó evaluando:

– Mmmm, aunque se lo merece, no…Vamos a dejarlo en un corte de pelo militar, como yo. Al tres por los lados, y al 4 por arriba estará bien…

-Noooooooo¡¡¡ Señor , por favor¡¡¡

El padre le gritó:

-NI UNA SOLA PALABRA JOVENCITO¡¡. Será al dos por los lados y al uno por arriba, si sigues quejándote saldrás de aquí más calvo de lo que puedas estar en tu vida, te ha quedado claro??

-Si….señor…-Cerró la boca y clavó las manos en el sillón.

Empecé a pasarle la máquina, corté todo el pelo en los lados , cambié la fijación a un #3 para el pelo en la cima de la cabeza. Lo hice lentamente, mirando como él, cada pelo que caía. Cuándo  terminé, él estaba realmente nervioso. Tenía  los puños cerrados con fuerza , mostrando cuán enojado estaba. Había quedado cortísimo. Parecía otra persona.

-Está bien, jovencito: Vendrás todos los meses a raparte, exactamente igual que ahora, está claro? Como vuelva y no hayas cumplido esta orden, lo lamentarás…

Al mes siguiente no volvió. Lo ví una tarde, le pregunté por qué no había acudido a su cita y me confesó que su padre no volvería hasta cinco meses más tarde. En rebeldía, no pensaba cumplir sus órdenes, y mantener su pelo largo.   Le advertí que tuviera cuidado, su padre tenía fama de ser muy severo, y quizá volviese antes inesperadamente. Le sugerí que viniese a recortarlo sólo un poco, por si acaso, pero se negó rotundamente.

Habían pasado cuatro meses. Era sábado y la peluquería estaba vacía, estaba casi a punto de cerrar. El día había sido aburrido, apenas pocos cortes. Pero de repente, todo cambió. El chico entró en mi local, se le notaba apesadumbrado. Pensé:-Ojalá su padre haya vuelto por sorpresa…Con lo largo que leva el pelo, seguro que lo ha castigado…-

¡Tenía razón! ¡El entró y me dijo muy desilusionado:

  • Mi padre acaba de regresar! Ha vuelto antes de lo previsto…

Traté de parecer concernido, pero yo no podía resistir la tentación de sonreír. se dejó caer en la silla y exclamó:

-¡ Completamente calvo!- Fingí sorpresa:

-Cómo? ¿Quieres que te pele al rape?

El asintió derrotado.

-Me ha ordenado que vuelva a casa dentro de una hora, y que esté lo más calvo posible¡¡¡

¡Estaba tan entusiasmado! Era mi gran corte. Pensé hacerlo rápidamente, antes  de que él cambiara de opinión, pero  tras analizar la situación,   supe que eso no sucedería porque no le quedaba otra que obedecer a su indignado  padre.

Primero cortaría con tijeras, así  la máquina correría mejor. Tomé un peine y preparé todo su precioso pelo largo para ser quitado de la cabeza.  Después que cortarlo todo con tijeras, casi al ras,  cogí la máquina con #0 fijación y comencé a pasarla por todas partes. El no dejaba de mirarse, atónito.

Cuándo él vio que la piel  aparecía tras cada pasada,  casi llorando,  me preguntó

-¿ No me lo puede dejar aunque sea, un poco más largo?

–  Demasiado tarde.- Había empezado a raparle por la frente, y lo había hecho a posta. Cuándo yo terminé, él no podría creer lo que veía en el espejo: un chico nuevo, sin un solo pelo sobre la cabeza blanca. Yo entonces preparé espuma de afeitar. El protestó:

-¡No¡ De todo menos afeitarme¡ ya ha sido suficiente.-Yo intenté convencerlo.

-Si tu padre te ha ordenado completamente calvo, tienes que estar completamente calvo, y toca: aún puede notarse. La máquina no apura tanto, así que tendrás que afeitarte para que no se enfade más contigo. Lo mas calvo posible significa afeitar con navaja, y no una, sino varias veces¡¡

-¡Me niego¡ Ya está bien. El no ha dicho nada de que tuviera que estar afeitado…Así ya es bastante humillante…

Pagó y se fue. Al cabo de media hora, él y su padre entraron de nuevo en mi peluquería. El estaba aún mas nervioso, porque sabía lo que se le venia encima.

-¡Sentado ahora mismo¡ ¡No digas ni una palabra, ni muevas un solo músculo, entendido?? Clava tus ojos en ese espejo y no apartes la mirada o será peor…¿te ha quedado claro?

-Sssi…Si, señor…

Dirigiéndose  a mi, me dijo:

-Cuando ordeno completamente calvo, lo quiero completamente calvo…Quiero que su cabeza esté resbaladiza y brillante, tanto, que las luces se reflejen y se le vea venir desde una milla de distancia…

-Muy bien, señor, usted quiere el corte “bola de billar”.

-Aaah, eso suena bien…No sabía que hubiera un estilo que se llamase así…

-Si, señor, lo piden los sargentos fanáticos del extremo total, consiste en tres afeitados integrales,  cejas incluidas para alargar más la dimensión de la calva. Una con cuchilla, y otras dos con navajas.  Al final la cabeza se encera y se pule para que parezca una auténtica bola de billar…Hay algunos clientes que también nos piden que le cortemos las pestañas, niun solo atisbo de pelo en toda la cabeza

El joven cerró los ojos fuertemente, rogando para que  su padre no se atreviera a castigarle tanto…

-Vaya¡ Es una excelente idea…Me encanta¡ -Y dirigiéndose a su hijo a través del espejo, dijo irónico:-No te gusta la idea?…Ya verás lo fresquito que vas a estar toooodo el verano afeitado hasta las cejas, y sin pestañas siquiera, jovencito¡¡  Empiece, y apure todo lo que pueda, y tu, ni se te ocurra apartar los ojos del espejo, quiero que veas como te hacemos este corte bola de billar taaaan favorecedor…¡¡No vas a olvidar esta tarde en tu vida…

El chico parecía a punto de ponerse a llorar…Su padre se sentó a observar en un sillón cercano, y a asegurarse de que ni hablase ni se moviese un milímetro.

Preparé un gran cuenco de espuma…Se la fui extendiendo, cuidadosamente, por toooodas partes, le dejé la cabeza bien cubierta. El chico protestó cuando le enjaboné también las cejas, pero su padre le reprendió y se aguantó las lágrimas.  permanecía inmóvil, serio,  con la vista permanente en el espejo, apenas pestañeaba. Cogí mi mejor navaja y me dispuse a afeitar, de un lado a otro, con precisión. Terminé en cinco minutos.

El padre se adelantó para inspeccionar el afeitado:

-Perfecto….Lisa y resbaladiza…Olvídate de tener algo de pelo que poder peinarte…Vas a ser el ridículo de a urbanización….

El chico cada vez estaba mas abrumado. Y más cuando volví a enjabonarle toda la cabeza de nuevo, la frente, las patillas, y hasta las cejas, que,  en menos de  un minuto, hice desaparecer  completamente.

Cuando el chico incorporó la cabeza, no daba crédito. No se podía estar más calvo de lo él estaba, y el efecto se agrandaba considerablemente al no tener cejas. Cogí unas tijeras y le pedí que cerrara los ojos, corte sus pestañas desde la raíz. Eso lo empeoró todo mucho más, y se dio cuenta.

Embadurné su cabeza lisa con la cera para el abrillantado, y me dispuse a sacarle brillo . mientras lo hacía, su padre, irónico, dijo:

-Que suerte hemos tenido, Mike¡¡ Podrás tener la cabeza blanca , brillante y resbaladiza sin necesidad de tener que venir todos los días¡¡¿Cuánto tiempo hay que estar restregando para que quede muy brillante..?

-Con un par de  minutos al día será suficiente…

-Mike, escucha bien: Tu obligación diaria será encerarte la cabeza y las cejas durante 10 minutos. Siempre que vayas a salir de casa, ha quedado claro? Ya vigilaré yo de que asi sea…Luego me prepara usted dos botes, nos los llevamos a casa….

-si, señor¡¡-Mike sentía como el pañuelo encerado se resbalaba una y otra vez por su cabeza y por sus cejas.

-Cuando termine de encerar, vuelva a afeitarle , esta de propina por haber llorado.…Asi aprenderá la lección…

Y mientras volvía a enjabonarle la cabeza, para un ultimo afeitado de humillación, su padre dijo:

-Verá, quiero que anote en su cuaderno de citas el nombre de mi hijo para todos los sábados del verano. En su día libre, Mike se preocupará por su aspecto, y a las 10 de la mañana lo tendrá aquí como un clavo, verdad Mike, que no faltarás ni uno solo…??

-No….No señor…

-Va a querer siempre el mismo corte?

-POR SUPUESTO¡¡,Este se va a pasar todo este verano como una bola de billar….de eso nos encargaremos los dos….

Y así fue durante el resto del verano. Cada sábado, el chico aparecía en la barbería, se sentaba derrotado en el sillón, y pedía desesperado:

-Corte bola de billar, por favor….

Venía ya casi completamente calvo, por lo que directamente, le embadurnaba con la espuma y le practicaba los tres afeitados integrales rigurosos que eran necesarios para el efecto que buscaba el padre en su cabeza. A veces me rogaba que no le afeitara más, que le dejase crecer las cejas o que no le encerara la cabeza, pero nunca cedí ni un milímetro. El odiaba salir la peluquería como salía: con todas las luces reflejándose en su cabeza, sin un solo pelo, resplandeciente. Era un castigo muy severo. Y duró hasta bien entrado el otoño.

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Author: mdj

2 comentarios

    Wow me encanta! El corte bola de billar es el mejor, me encanto la historia, ojalá puedas hacer una de una mujer con este corte bola de billar

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