Sorpresa de verano (Maca)

La verdad que en pleno mes de Julio, a las 4 de la tarde, no hace precisamente frío, esa era la tarde que me esperaba en Madrid, eran las 4 de la tarde, el tren que debería llevarme a mi destino,seguía parado en el anden, por una avería, la cual tenia toda la pinta de ir para largo, sumado a la huelga de mecánicos, creaba el ambiente ideal para dar vueltas por la estación, sin rumbo, buscando pasar el tiempo, mientras esperaba noticias, las cuales no llegaban.
Desesperada salí de la estación, pregunte a un taxista por el centro comercial mas cercano, este me llevo a uno a varios kilómetros de allí, le pregunte por las comunicaciones y tras decirme todos los datos, pague, me baje del taxi y entre rápidamente, pues aquel termómetro marcaba la friolera de 46 grados,una vez dentó, me dedique a entrar en todas las tiendas, compre varias cosas, algunas sin sentido, pero todo era por estar distraída.
Subí a la zona de restauración, entre en un local, para comer algo, a la hora de pagar, del bolso junto al recibo del taxi, había publicidad de una peluquera, me quede pensando, pero al ver la dirección, recordé que me dio algo, pero lo metí rápido en el bolso,al ver que era muy cerca de allí, decido probar, total hacia meses que no me hacia nada en el pelo.
Tan solo 5 minutos y estaba frente a ella, cruce la calle y entre de forma decidida, lo primero que me llamo la atención, fue el color de las paredes, tonos azules, amarillos, blancos, la decoración, era sencilla, pero muy elegante, todo muy bien cuidado.
– Buenas tardes ¿En que puedo ayudarte?
– Quería hacerme un cambio, hace meses que no me hago nada.
– ¿Tienes alguna idea?
– La verdad, que siempre he llevado el pelo largo, lo único tintes…. y con este calor, pues algo diferente.
– ¿Que te parece como voy yo?
Aquella chica llevaba el pelo negro, una coleta con mechas azules, la nuca y los lados, los llevaba afeitados, me gustaba, pues seguirá largo, pero estaría mas fresca y los tonos azules, siempre había tenido ganas de tenerlo de otro color que no fuera negro,la dije que si, me dirigió a un sillón, me coloco una gran capa amarilla, empezó a separar el pelo, cuando había terminado, entro una clienta, me fije en su cabeza, estaba toda afeitada, menos la parte de arriba en color azul, pero rapada, cuando de nuevo estuvo conmigo, la pregunte si eran especialistas en cortes extremos, me dijo que si, que era una peluquería, para gente que buscara cortes y peinados diferentes.
– Que tal me quedaría el corte de antes, el de la chica.
– si te digo que esa chica, llevaba el pelo por las rodillas y se lo dejo así.
– ¿De verdad?
– Si, vino bisando algo diferente, y mira desde Abril, con ese look, todos los meses repite, esta encantada ¿Entonces te atreves?
– Mientras que no me dejes tirada como el tren y no des noticias, si que me atrevo.
– ¿Que te ha pasado?
– El tren, averiado, encima la huelga…
– Es un caos, hay gente que tiene que dormir en hoteles, esta la cosa fatal.
Continuamos hablando, cuando escuche el sonido de la maquinilla, se acerco a mi, me pidió que agachara la cabeza y el frió metal, empezó a deslizarse por la nuca, los primeros mechones empezaron a caer, mientras la maquina empezaba a subir mas y mas, la peluquera estaba concentrada en su trabajo, mientras en mi mente, deseaba que todo saliera bien, pues no haba marcha atrás, ella continuaba rapando, de forma suave, rapando perfectamente la nuca, para empezar a rapar los lados, en la primeras pasadas, pude ver por primera vez parte de mi cabeza completamente al cero, mientras los mechones no paraban de caer sobre la capa.
Cuando termino de rapar, fue al almacén a por la crema de afeitar, fue cuando por primera vez pude tocar mi cabeza fue una sensación placentera, pues no podía dejar de tocar, incluso cuando sentí la puerta, me costo disimular, de nuevo se coloco detrás mía, aplico un poco de crema en su mano derecha y la fue extendiendo,suavemente por las zonas rapadas, cuando termino, me coloco una toalla, sobre los hombros y de forma automática, empezó a pasar la navaja,el ruido que esta hacia, me resultaba mas relajante que la maquina, creo que se percato de aquella situación y bajo el ritmo, de forma suave me inclinaba la cabeza de un lado a otro, creo que ella también estaba disfrutando de su trabajo.
En el espejo empezaban a verse los laterales afeitados, aunque aun faltaba lo mejor, pues cuando termino, quito la toalla, aflojo la capa y empezó a masajear los hombros, cuello, de vez en cuando, echaba algo de agua y continuaba con el masaje, tras 10 minutos, volvió a colocar la capa, agarro el spray y una cuchilla de afeitar, mojaba una zona y pasaba la cuchilla, de forma suave, así por toda la zona, para dejarla completamente calva.
Me gustaba aquella imagen, quera parar, pero recordaba a la otra chica y eso me hacia seguir adelante, me mojo un poco el pelo y empezó a cortar mechón a mechón para ir reduciendo la melena, ver como caía en cascada el pelo, era algo que me gustaba, pero aun quedaba lo mejor, cuando vi que estaba preparando el tinte, se puso unos guantes y empezó a aplicarlo sobre el pelo, quizá fue el momento que menos me gusto, pero bueno, todavía quedaba la segunda rapada.
Cuando termino de subir, me levo la cabeza, de nuevo a la silla, pero esta vez cambio la capa, me coloco una azul, gigante, cogió la maquina y sin preguntar, desde la frente hacia atrás, cuando llevaba 5 pasadas, paro la maquina.
– Esta parte es el 6 ¿Vale? por eso no te dije nada, luego si quieres menos numero, lo dices, retocamos si hace falta y lo pasamos.
– lo veo largo, pero vamos a seguir, luego decidimos.
– Tienes mucho pelo y grueso, creo que va a ser mejor un par de números menos.
Durante aquella pequeña conversación, continuo rapando, salvo que esta vez en vez de ver mechones negros, eran azules, pero el ruido de la maquina, la sensación de placer seguían siendo las mismas, ademas la zona afeitada, se veía cada vez mejor.
– Creo que mejor seria al numero 4.
– Si, se ve bien, pero quizá mas corto, se vea mejor y destaca la zona afeitada.
– La verdad que si, ademas, te lo voy a retocar y quedara de lujo.
De nuevo me aplico el tinte, esperamos a que subiera, de nuevo otro lavado, sillón, maquina y el pelo comenzaba a caer de nuevo, pero esta vez eran mas cortos, ambas empezamos a hablar de lo bien que estaba quedando el corte, pero aquella conversación se alargo tanto que cuando nos dimos cuenta el trabajo estaba terminado, me quito la capa, me peino un poco con cera y listo, me levante del sillón, me vi en el espejo y estaba espectacular, pantalones negros cortos, camisa turquesa sin mangas, sandalias negras, pelo azul…
Pague, mire mi móvil, suerte la mía que el tren saldría en una hora, pedí un taxi y casualmente fue el mismo que me llevo al centro comercial, cuando subí,me pregunto donde iba, tras unos minutos, me reconoció
– Vaya cambio, en tan poco tiempo.
– Si, es lo que tiene esperar.
– ¿Donde has ido?, ( No lo cogi en la puerta, fue en la esquina)
– En una peluquería, mas arriba, tenia un anuncio junto con el recibo…
– Es mi hija, lleva desde Marzo y la verdad que la va muy bien.
– La verdad que trabaja bien.
– Se dedica a cortes alternativos, radicales…Luego hace trabajos normales.
– Vaya casualidad…
Cogí el tren y cuando llegue a mi destino, las caras de mis amigos, eran de asombro, pero estaba contenta con mi cambio, lo mas gracioso, que había hablado con uno de ellos por vídeo-llamada aun con la melena, todavía no había visto el anuncio, pero la sorpresa mayor vino de mis padres y hermana, mis padres, me decían que ya era hora que cambiara, tantos años con el pelo largo, sin cortar nada… Pero mi hermana parecía asombrada, como si no la gustara, pero a mi me daba igual, pues dentro de dos meses volvería a subir a Madrid, esperaba dar allí otras dos sorpresas mas, pues nadie se esperaba que un retraso de 6 horas diera para tanto.

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Author: mdj

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