La bella y la bestia (Tomás S.)

Llegó el momento, hacía meses que se conocían pero no habían podido quedar antes. Ella vivía en Mexico (Sony) y él en España. Lo habían intentado varias veces pero era complicado. A ella no le atraía él físicamente pero sí como persona. Le apetecía ir a España y tener contacto con alguien distinto, amable, agradable, sencillo, sensible, que la entendía. Apreciaba de él que no quisiese lo que otros si no que le diese comprensión y cariño en momentos complicados.

Ella estaba en un momento difícil 19 años y él tenía experiencia 40, lo que hacía que pudiesen mantener una buena amistad.

Llegó el día, ambos habían esperado desde hacía tiempo que ocurriese y estaban allí. Tim algo nervioso, se había hecho 100 kms en el coche (ford negro de 3 puertas) para esperarla y ella miles de kms en avión.

Llegó la hora, Sony veía desde la ventana del avión el aeropuerto, era pequeño desde tan alto. Aterrizó y se dirigió a la Terminal. Solo tenían una foto de cada uno, así que con la foto en la mano empezaron los dos a buscar al otro. Ella le vió, jeje, él estaba despistado mirando en todas direcciones pero no veía nada. Le tocó la espalda y le dijo hola Tim. El se giró, la vió, ummmm (que guapa) pensó. “Hola que tal Sony, vamos a por la maleta”. Se acercaron y esperaron sonriendo hasta que apareció. Se marcharon al coche de Tim que a ella le encantó y se subieron.

Tenían una hora de camino hasta casa de Tim, en el coche conversaban de mil cosas. El que por fin se conocían en persona, que estaban alegres, ella no paraba de preguntar que era esto y aquello, cogieron la autopista y se dirigieron a casa. Se hicieron un interrogatorio mutuo como si no se hubieran visto nunca y miran que habían echado horas juntos en el pc. Pero se trataba de ver en persona lo que se habían parecido antes.

Tim estaba encantado, volvía a tener una amiga de Mexico, de su anterior amiga, le encantaba su tono de voz y su dulzura y en Sony estaba encontrando lo mismo su dulzura, su tono cálido, tenía una voz bonita, además le hacía gracia que ella parecía asustada. Por eso le dijo: “tranquila no voy a ser diferente ahora de lo que ya conoces de mí, has conocido a alguien que te ha hecho venir a miles de kms porque sabes que te aprecia y no te voy a hacer daño”. Un beso en la mejilla selló este pacto que calmó a Sony que no sabía si había hecho bien en ir allí, lejos de su familia.

Llegaron a casa de Tim, una ciudad nueva para ella, con nuevos edificios, era bonita, vivía cerca de una gran avenida que estaba muy bonita. Dejaron el coche en el garage y subieron. Era una casa pequeña, pero coqueta, decorada por la exmujer de Tim y él mismo. Tenía buen gusto, pensó Sony. Dejaron la maleta y Tim le dejó un armario para que ella colocara su ropa. Pensaba quedarse unos días, 5 le dijo a Tim.

Vendrás destrozada, eran sobre las 12 am, por qué no nos sentamos un poco y charlamos. “Sony, he pensado, que hoy podemos quedarnos aquí en casa y descansas, comemos, duermes algo y por la tarde estamos aquí platicando o jugamos a algo, o damos un paseo por el barrio. Mañana te enseñaré la ciudad y por las tardes vamos a la playa, si quieres alguna noche salimos de marcha, hay buenos sitios para bailar por aki”.

A Sony le parecía encantador el plan. Le apetecía estar con él aunque le veía mayor para ella. No es que le viese como posible pareja pero había algo que le atraía y no sabía que era. Comieron y platicaron sobre sus familias y amigos. Terminaron y se dispusieron a recoger. Tim no la dejó: “no no cielo vienes muy cansada, acuéstate en mi cama yo me quedo en el sofá descansando. Pero dime, para la noche te preparo una cama de la habitación de invitados, tu decides si duermes en esa habitación o en la mía, cuando te levantes la tendrás lista”. Tras un beso en la mejilla Sony se fue a la habitación y cerró la puerta. Durmió varias horas, después de estar un rato sobre la cama en braguitas pensando en como veía a Tim. De momento todo le parecía un cuento de hadas, salir de Mexico, llegar allí, verle a él tan amable, y dormir en su cama jajajaja. Tim también estaba en una nube, había venido una chica dulce, sencilla, amable como a él le gustaban, le venía bien para recuperarse de su reciente divorcio, necesitaba cariño y ella se lo podía dar. Sabía que amor no, porque a ella no le gustaba él pero no le importaba, valoraba mucho la amistad y con ella tenía mucha amistad.

Sony se levantó, parecía algo recuperada, eran las 7, no le apetecía salir ni nada, así que dijo a Tim “amor y si nos quedamos aquí, mañana salimos, a dar una vuelta”. Vale dijo Tim pero tenía dos entradas para una disco de baile muy bonita. No pasa nada mañana vamos.

Sony no pudo resistirlo, “bailar” guau aunque sea un ratito tengo que ir. Bueno si quieres vamos un ratito pero no volvemos tarde “vale”. Se arreglaron y salieron, Tim llevaba un pantalón azul y un polo negro ajustado, marcaba algo sus músculos de cuando practicaba deporte, su cabeza rapada al 1 especial para cuando llegase ella y Sony sacó un top rosa y falda blanca una cuarta por encima de la rodilla y unos zapatos con mucho tacón. Salieron, llegaron a la disco y a Sony le encantó, era distinto a donde ella vivía. Las copas eran gratis ya que la entrada incluía beber lo que se quisiera, la entrada eran unos 30 $ que Tim ya había pagado. Bebieron una copa, Sony se fijaba en como eran las chicas de allí, ropa muy corta, mucha pintura en la cara, le entraban a los chicos para ligar, se contoneaban en la pista, y sobre todo tenían el pelo corto. Había muchas chicas con pelo corto, bob, asimétricos, escalados, cortos de chico, incluso dos chicas rapadas. De donde ella era todos lo tenían largo, era signo de ser mujer, una mujer con el pelo corto estaba mal visto.

Bailaron y bebieron unas copas, los dos se pusieron alegres, de momento la música cambió y pusieron música lenta, como los dos estaban contentos se agarraron y bailaron, surgió un beso en la boca, corto de pikito, sin muerdos ni tornilleo, un besito simple. Sony cerró los ojos y sintió como el 1.84 de Tim la llenaba. Siguieron bebiendo, se sentaron, salieron a conversar fuera, Tim le presentó a algunas amigas y amigos suyos y sobre las 3 se marcharon a casa. Ninguno de los dos se quería ir pero fue lo pactado, no volver tarde. Llegaron a casa y se despidieron, los dos querían que durmiesen juntos pero ninguno se atrevió a decir nada así que se fueron a dormir.

Al día siguiente se levantaron y Sony, aun con efectos del alcohol dijo a Tim damos un paseo, vale le dijo él. Ella se puso su blusa negra favorita y unos pantalones ajustados. De paseo, Tim le dijo, bueno ha llegado el momento de que hablemos de cómo lo estas pasando. Sony le paró: “espera las chicas tienen el pelo corto por akí, muchas de ellas, quiero que me lo cortes”. Pero no te voy a decir nada hazme lo que quieras. Confío en ti.

Regresaron a casa y ella se sentó a ver la tele mientras él preparaba todo. Se fue a la habitación y se puso su bata de peluquero, pero debajo solo se quedó con sus boxer (slips). La bata le cubría hasta la rodilla más o menos y se la cerró en los botones. Estuvo preparando todo en el baño, unos minutos más tarde la llamó. Cielo, ven todo esta listo. Como el baño era pequeño no pudo poner su sillón de peluquería pero puso una silla como de director de cine. Sony miró sobre el mueble del lavabo y vió unas cuerdas de un metro de largas cada una, peine, cepillo, tijeras, maquina eléctrica, navaja, espuma de afeitar y dos pinzas, al lado había una capa pequeña colgada de una percha y otra más grande.

Tim le dijo: “Siéntate, mira hacia el espejo, no te voy a dejar que digas nada, querías un bob pero he pensado que realmente el bob no es el corte que deseas así que voy a hacerte otro, te dejo dos minutos con esta revista de cortes, cuando entre de fumarme el cigarro dime uno o lo elegiré yo”.

Regresó y ella eligió un bob, tenía el pelo al mentón y detrás rapado al 4 a media cabeza.

Tim le quitó la revista y la puso sobre el WC, cogió la capa larga azul de la percha y se la puso, ella le dijo: “no…” él la interrumpió. SCHHHHHHHHHHH calla solo estaba viendo como te queda, le hizo una foto para que viera el antes del corte y puso la capa en la percha. Cogió la pequeña e hizo lo mismo. Le dijo: “te lo cortaría con esta pequeña pero se que no te gusta así que lo haré como te gusta, un peluquero está pendiente de lo que quiere su clienta”, le quitó la capa y la puso en la percha. “te gusta sin nada pero no vamos a ensuciar esta bonita blusa así que vamos a dejar los hombros al descubierto”. Le abrió dos botones de la blusa y le bajo el cuello quedaba como un “palabra de honor” no se veían los pechos pero los hombros estaban al aire. Cogió una pinza y separó toda la parte alta del pelo. Comenzó a peinar el resto dejándolo totalmente lacio.

“Espera, la blusa es preciosa, no la vamos a llenar de pelos, espera”. Empujando los hombros de Sony hacia atrás comenzó a quitar los tres botones que le quedaban puestos. Levantó sus brazos y le quitó suavemente la blusa, Sony estaba entre asustada y a gusto, le apetecía ver su pelo sobre sus hombros y además parece que Tim (su bestia) como en la historia de Disney era alguien por quien empezaba a sentir algo que no era solo amistad. Entre esa mezcla de sentimientos miró al espejo y vio a Tim echarla hacia atrás por los hombros hasta que ella apoyó su espalda en la silla. Verás te va a gustar lo que voy a hacerte. Ella tenía los ojos muy abiertos, no perdía detalle de nada, cada vez que él iba al mueble a coger algo sus ojos le seguían y no dejaba de seguirle hasta que le perdía de vista momento en el que iba corriendo a mirar al espejo para ver.

Tim le dijo: “bueno he pensado en hacerte un corte especial, por el pc querías un bob pero he decidido otro y no va a ser el de la revista. Tranquila podrás peinarte no te voy a rapar pero sí algo especial, muy especial”. Nada más decir esto notó que las manos de Tim tenían el peine y las tijeras. Le miró de reojo hasta que se colocó detrás. La peinó un poco y se colocó en el lado izquierdo, ella parecía temblorosa. De pronto “tras” un mechón cayó sobre su hombro, a éste le siguió otro y otro, con rapidez y precisión iba dejando despejado el lado izquierdo. Mientras él salió a atender al teléfono, Sony se tocó y vió que apenas le había dejado un par de dedos de largo en todo el lateral. Regresó y empezó la parte de atrás, los mechones iban cayendo sobre la espalda de Sony, ella quería mirarse al espejo pero Tim le mantenía la cabeza baja. “no te puedes ver ahora, dejó las tijeras sobre el mueble y cogío el peine de corte, se metía los mechones entre dos dedos y los cortaba a navaja,… el ras ras estaba poniendo nerviosa a Sony, encima cambió la silla (de ruedas) puso a Sony mirando a la bañera. Al principio esto la enfadó un poco porque quería verse pero luego le gustó, de reojo veía las manos de Tim, sus piernas musculosas por haber practicado deporte le gustaban mucho, en esto Tim se puso delante de ella, se sentía húmeda, se estaba haciendo un corte en un baño y Tim estaba pasando de bestia a chico deseado, cada vez le gustaba más. Le bajó la cabeza y le quitó las dos pinzas y empezó a peinarla, solo le quedaba lo de arriba, al tener la cabeza baja notó que la bata de peluquero de Tim estaba algo abultada, “dios mío, también está excitado, esto la hizo mojarse aún más, menos mal que llevo pantalón que si no mojaría la silla”. Empezó a cortar con las tijeras todo recto para terminar el bob. Los pelos caían por delante llenando los pechos y el pantalón. En pocos cortes todo el pelo estaba recto.

La levantó y le dijo que se quitara el pantalón. En ropa interior (negra y con transparencias la metió en la ducha y le lavó el pelo a conciencia. Ella se duchó y se secó. La sentó en la silla de nuevo y le secó el pelo dejándoselo completamente lacio. Tim estaba completamente empalmado así que no pudo evitar hacer lo que deseaba. Besarla.

Su sorpresa fue que ella le abrazó y le besó con más intensidad. Estaba claro hoy dormirían juntos. El corte les había puesto a los dos y deseaban tener sexo. Se tumbaron en la cama donde ella quitó la bata y notó que lo que allí había era grande. Suspiró diciendo adiós al sexo anal. Pero él le dijo: “quieres sexo anal”, espera, sacó de su mesilla un bote de lubricante y un preservativo, mientras la besaba y tocaba por todos lados con la otra mano le llenaba el culete de lubricante (vaselina). Sony abrió el preservativo y se lo puso, Tim lo llenó de lubricante también y empezaron a besarse. Ambos notaban algo especial. Llegó el momento de penetrar a Sony le asustaba que ese tamaño le hiciese daño pero Tim la calmó de nuevo. SHHHHHH ponte boca debajo de rodillas y abre las piernas, pon las manos sobre la cama como si fueses un perrito a cuatro patas. Besándola y tocándola con dulzura introdujo un dedo, ella respingó, “ves es un dedo no te asustes relájate”, sin sacarlo empezó a introducir el pene, ella pensaba que era un dedo aún, cuando se dio cuenta la estaba penetrando por detrás muy suave, notaba algo de molestia pero no dolía, tras unos pocos empujones ya no molestaba. Hicieron el amor, primero anal y luego por el pubis en esa postura Tim le agarraba por los laterales del bob y le estiraba hacia detrás la cabeza fue espectacular.

Terminaron cuando él se corrió pero Sony se había corrido ya en ese momento 4 veces. Sobre todo con la lengua de Tim. Nunca había visto una lengua moverse igual en su clítoris. Estuvo derrotada, sin apenas poderse mover. Se abrazaron y se contaron sus historias personales. Miraron al cielo por la ventana y dieron gracias por tener un momento tan feliz.

mdj
Author: mdj

2 comentarios

    Increible historia,muy buena gracias

    gracias hairer. Esto motiva para escribir alguna mas. Muchas gracias.

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