Han pasado semanas desde aquel día y lo has rememorado todas las noches e incluso por el día de vez en cuando te distraes recordando el momento. De vez en cuando pasas tu mano por la nuca rapada y te preguntas si deberías ir más allá.

Un día sin más tomas la decisión. Nerviosa te acercas a la peluquería y ya antes de entrar ves algo raro. Parece diferente y no ves al chico que te atendió la última vez. Estás a punto de darte la vuelta pero entras. Preguntas a una de las chicas, cuyo corte de pelo es prácticamente igual que el tuyo pero el flequillo mucho más corto, preguntas por aquel chico y extrañada te contesta que nunca ha habido un chico trabajando allí. Insistes y le dices que estuviste allí mismo un viernes hace tres semanas. Ella más extrañada aún te dice que los viernes no abren.

Sales de la peluquería sin saber que está pasando. Sabes que es el sitio correcto y tu nuca, bueno tu nuca es la prueba de que no lo has soñado. Tras unos días de incertidumbre decides pasarte el viernes por la tarde. La peluquería está abierta pero parece diferente a hace unos días, parece tal y como la recordabas. Te apoyas en al puerta, está abierta y entras. Parece que no hay nadie y decides esperar un rato. Paseas tus ojos por el salón y no puedes evitar acercarte a la silla donde estuviste, la acaricias, recordado lo sucedido hace unas semanas. Sin poder evitarlo te sientas en ella, cierras los ojos y empiezas a rememorar aquellos momentos: el masaje, la maquinilla pasadon por tu nuca,…

Mientras estás recordando todo aquello, apenas te has percatado del relajante sonido de un grifo abierto que te sume aún más en tu trance. Sientes que alguien moja tu pelo y unas manos masajean tu cabeza.

El masaje te relaja aunque no no puedes evitar cierta excitación por lo que pueda pasar. Entonces lo oyes, el zumbido eléctrico de una máquinilla y te excitas sabiendo lo que va a pasar. La máquinilla se desliza suavemente por tu lado izquierdo y notas como tu oreja queda al descubierto, bzzzzzzzzz, bzzzzzzzzz, bzzzzzzzz, poco después tu oreja derecha también está libre. Luego vuelves asentir el cosquilleo de la maquina sobre tu nuca, bzzzzzzzzzz, bzzzzzzzzz, bzzzzzzzz, cuyo pelo ya había credido bastante desde tu última vez y necesitaba un repaso. La máquinilla trabaja por tu nuca y los laterales durante unos minutos que parecen eternos o así te gustaría que fuesen.

El zumbido cesa y da lugar aún conocido sonido metálico, snip, snip, snip. Unas tijeras cobran vida y trabajan sobre la parte de arriba de tu cabeza.snip, snip, snip. Las tijeras parecen llevar una cadencia rítmica lo que hace relajarte aún más. Luego notas las tijeras en el frente trabajando en tu flequillo.

De repente cesa todo sonido y el silencio llena la habitación excepto un ligero ruido como de alguien recogiendo cosas y fianlmente unos pasos alejándose.

Una vez más no te atrevés a abrir los ojos y mirar en el espejo pero la excitación puede más que el miedo y lo haces. La chica frente a tí luce un sexy pixie muy corto en los laterales y la nuca y bastante más largo por arríba. El flequillo recto a dado lugar a un flequillo desfilado. Te recuerda bastante al corte de pelo que se hizo Emma Watson pero los laterales mucho más cortos. Te acaricias la cabeza y te sientes super sexy. El fin de semana va a ser muy largo.

Te veo salir de la peluquería con una sonrisa de oreja a oreja y sintiéndote más sexy que nunca. Una sonrisa malévola vuele a dibujarse en mi cara. Se que esto no ha terminado. Eres mía para siempre. bzzzzzzzz, bzzzzzzzzzz, bzzzzzzzzzzz.

Un saludo. 🙂