Bricolaje (Raúl Gutiérrez)

Yo estoy recuerdo con mi mujer, en esto de que el bricolaje esta muy bien, te ahorras unas pelillas, pero tienes la casa llena de trastos y herramientas, silicona por aquí, bridas por allá, taladros etc. etc., por eso no le di mayor importancia al ver algunas bridas encima de la mesa.

Serian las 21:00 de la tarde, ya estábamos cenados, y yo estaba viendo la televisión cuando mi mujer me llamo desde la cocina, yo entre en ella y no di ninguna importancia a la silla que se encontraba en la mitad de la misma. Acercándome a ella le pregunte que quería y ella comezo a besarme los labios, yo me deje, y continué besándola mientras aprovechaba para ir acercándome a la silla, sentarme en ella, y así permitir que mi mujer se sentase encima de mi mientras no dejábamos de besarnos. A si continuamos un ratito, besitos, caricias y finalmente sin saber como, yo acabe embridado a la silla.

Mi mujer había aprovechado todo el juego de besitos, para colocarme una brida alrededor de cada una de mis muñecas, y fijarlas a otras dos que a su vez había colocado anteriormente en el respaldo de la silla.

Ella se levanto de encima de mi regazo, y volvió tras un ratito, vestida con un pijama muy cortito y varios bártulos en la mano, se dirigió hacia mí, y colocándose a la altura de mi oreja susurro.

_Ahora veras lo que pasa por no recoger las herramientas de las chapuzas.

Yo mire hacia los bártulos y pude distinguir la bolsa de la maquinilla de cortar el pelo, pero cogiéndome de la barbilla, giro mi cabeza, y me puso un par de parches para los ojos, dejándome sin visión.

Después de esto, cogío el pantalón que yo llevaba puesto por la cinturilla, tiro de el y me lo quito.

Comenzó entonces un ruido de bolsas de plástico, mientras ella iba radiando.

Aquí el cuenco, el tinte, la maquina, la guía del 12, la del 9, la del 6, y la del 3. El peine, las tijeras la navaja, y esto aquí.

_Ahora te voy a teñir, dijo.

Yo le pedí, o mejor dicho le suplique que no lo hiciera, pero ella sin decir una palabra me callo besando mis labios.

Oí perfectamente el sonido de la brocha mezclando el producto, y al poquito comenzó a extenderlo por mi cabeza ayudada de la brocha, no le llevo mas de 15 minutos, y como dijo ella, vamos a aprovechar los 30 minutos que necesita esto.

Note que se coloco delante mió, comenzó a extender un poco de una especie de pasta templada encima de mi pantorrilla derecha, se puso en pie se dirigió a mi espalda y comento.

_Esperaremos un pelín a que se enfrié la cera, y tirón a tirón te voy a depilar simpaticote.

Dicho y hecho, sentí un tirón seco en mi pantorrilla, y sus dedos deslizarse sobre la piel libre de pelillos, repitió la operación varias veces hasta dejar mis muslos inmaculados, como dijo ella riéndose.

Aquello duro unos30 minutos, después de hacerme prometer que volvería sentarme corto las bridas y me acompaño al baño, donde lavo mi cabeza. Volvimos a la cocina, me senté y volvió a embridarme a la silla, me quito los parches de los ojos, ya que estos se avían mojado, y cogiendo un espejo lo puso ante mí para que viera mí nuevo aspecto.

Yo me mire en el espejo, y vi. para mi asombro, que mi pelo seguía siendo de color negro, y mirando a la mesa pude ver el vote de una mascarilla, que es lo que había esparcido sobre mi cabeza. Aquello me hizo sentirme tonto, con todo lo que le había suplicado para que no me tiñese, se había estado riendo a mi costa todo el tiempo.

_Ahora seguiré con lo que me apetezca de todo lo que hay aquí, y apartándose me dejo ver el resto de la mesa, donde había colocado todos los utensilios de la maquina de cortar el pelo, guías peine, tijeras etc. etc.

Cogió un par de parches nuevos, me los puso y comenzó a secar mi pelo con una toalla y prosiguió hasta secarlo totalmente con el secador.

Oí los pasos de ella alejándose de la cocina y entrar en nuestra habitación, allí abrió un cajón, al momento volvió a cerrarlo, y se dirigió nuevamente a mi lado.

Cogio algo de encima de la mesa, tras colocarse ala altura de mi oído derecho, pude oír perfectamente el clic de la guía al encajarse en la maquinilla la puso en marcha y comenzó a andar en torno a mi cabeza como si estuviera pensando por donde empezar, paro justo detrás de mi he inclinándome un poquito la cabeza dijo.

_ Muy, muy cortos te gustan a ti ¿no? Casi al cero estará bien.

Dicho lo cual apoyo la maquina en mi nuca y comenzó a subirla muy lentamente hacia mi coronilla, el sonido de la maquina cambiaba cada vez que repetía la operación, lo cual no dejaba dudas de que ciertamente la maquina cortaba mi cabello a cada pasada que mi esposa daba. Repitió esta operación por toda mí nuca y laterales con lo que yo ya me hacia una idea de cómo estaba quedando, un corte tipo seta, muy corto de la parte de abajo unos 6mm deseaba yo, pero que podían llegar a ser 3mm, o incluso 0, ya que se cuidaba muy mucho de sujetar mi cabeza siempre de donde aun no había cortado, perdiendo yo así referencia alguna de la longitud que me estaba dejando.

_Lo de desgastar el escalón lo vamos a dejar para luego,-dijo, y pasando su mano por mí nuca prosiguió diciendo- , como notaras no te cortado mucho te lo he dejado a 12mm, para que te quejes de mi, pero espérate que queda lo mejor. ¿Te acuerdas de la estrellita que me rapaste? tu también te llevaras alguna. Ahora agacha la cabeza y estate quietecito.

Agache la cabeza como me avía dicho y tras darme un par de brochazos, pego en mi nuca varias pegatinas, como yo hice cuando le rape su estrella, yo estaba tranquilo creyendo que aquello no iría a mas, a fin de cuentas, ella se tapaba su estrella cuando se soltaba el pelo, cosa que yo no podría hacer, así que esperaba a que se acabase la broma, ya que el corte tampoco era mas que un repaso. Ella prosiguió con su juego, y cuando acabo de pegar pegatinas dijo en mi oído.

_Cinco estrellas te vas llevar, una en lo alto de tu nuca dijo, tocando la pegatina que allí había colocado, dos un poquito mas abajo, abriéndose en triangulo, volviendo a tocar las pegatinas correspondientes, y dos mas, abajo del todo. Estas tres dijo, irán rapadas, tocando las pegatinas mientras hablaba, y estas dos, las de mas abajo, decoloradas, tocando estas, justo en el centro de las pegatinas, donde note perfectamente como sus dedos tocaban mi pelo. Antes de que pudiese decir nada, note la brocha del tinte, esparcir la crema sobre el pelo que estaba a la vista de las pegatinas. Después puso la maquina pequeña en marcha, y pude reconocer perfectamente el zumbido de esta al cortar mi pelo. Comenzó con el de arriba, luego con el de la derecha y acabo con el del la izquierda. Finalizado el trabajo de la maquina, repaso las estrellas, una a una y muy cuidadosamente con la navaja de barbero, para acabar retirando con una esponja, la crema decolorante.

_Servido, dijo. Me quito los parches, y pude ver mi nuca en la pantalla del televisor, ya que había estado grabando toda la sesión en video.

_Mañana tienes que colgar un perchero, no te dejes nada fuera, vale amor. Dijo mientras me plantaba el mayor beso que jamás me había dado.

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Author: mdj

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