Cerrado por vacaciones (Maca)

Vaya ¨ cerrado por vacaciones ¨ no hay cartel que me guste menos que ese, pero en este caso, no me venia nada bien, había decidido cambiar de peinado, de nuevo vuelta a casa, a esperar esos tres días que faltaba para que volviera a abrir, pero algo me hizo cruzar la calle y dirigirme hacia la peluquería de moda, de la que tan bien hablaban sobre todo las mujeres y alguna que otra chica, tuve suerte y me dieron cita para una hora después, así que me fui a dar una vuelta, así aprovechaba para sacar algo de dinero.

La hora había llegado, allí estaba esperando a ser entendida, me pude fijar en una de las fotografías que allí había, una de ellas era el corte que quería, así podía decirle cual era, que por lo visto no seria la única, las mujeres que allí había señalaban cada una de ellas.

  • Lucia, ¿Verdad?
  • Si.
  • Espera un momento que ahora estoy contigo, ¿Cortar verdad?
  • Si
  • Esperarte un momento, enseguida estoy.

Ya no había vuelta atrás, el chico que me atendería, había ido a preparar las cosas, ya que lo vi limpiando uno de los sillones, y el gesto que fuera hacia allí, significaba que ya tendría todo listo.

  • Bien, ponte esto y siéntate… cuéntame que quieres.
  • Quería ese corte, pero sin las mechas.
  • Muy buen corte y muy segura por como me lo has dicho
  • Estaba ya decidida desde hace tiempo y como lo dejara, ya no lo hacia.
  • Pues eso esta hecho, dame un minuto mas y empezamos.

Me pone una bata y se marcha, por suerte lo podía ver desde el espejo como se dirigía a la que parecía la jefa, ella le señalaba una estantería para después dibujar sobre una clienta las pautas a seguir… un segundo ¿Si es peluquero y esto es una peluquería? ¿No sabe cortar el pelo? Al cabo de un rato y casi por sorpresa una capa azul cubrió todo mi cuerpo, el ruido del carro con los útiles hacia su aparición, esperemos que por fin esta sea la definitiva.

  • Bueno vamos a empezar, como veo que lo tienes muy largo, largo te llega casi asta el suelo pensé que si querías alguna coleta, trenza de recuerdo
  • No, no quiero nada, es pelo, mas tarde o mas pronto volverá a crecer.
  • Entonces con tu permiso voy a empezar.

Empezó a peinar un pequeño mechón para después mojarlo, y dar el primer corte, se supone que desde ese momento no habría vuelta atrás, pero viendo lo poco que había cortado, la cosa se alargaría demasiado, pero así seria, pequeños pelillos caían sobre la capa fue entonces cuando empecé a darme cuenta que solo era yo para corte, el resto estaban en los secadores, con papel de plata e incluso algunas tomando café, pero aun era pronto para juzgar la fama.

  • Que tal Alberto, ¿Todo bien?
  • Si, todo bien.
  • Sigues como te explique antes.
  • Si, sigo el patrón.
  • Me dijiste que era aquel, el de la derecha, ¿Verdad?
  • Si, ese es, pero sin mechas.
  • Ten cuidado cuando llegues a esta zona.

¿Derecha? Espera un momento, se supone que ese es otro diferente, pero pensé que desde este lado se veía diferente, así que me quede callada pensado que aunque quería hacerlo, no sabia lo que estaba haciendo allí, todo era muy raro, no había ambiente de peluquería, todo era muy artificial, no hay color ni comparación con mi peluquera de toda la vida, pero eso si, otra vez a hablar con ella, pero esta vez si pude ver los gestos, señalando un reloj, haciendo el gesto de recoger, que quería salir de allí.

pero la cosa cambio por completo, la jefe tomo el mando con su estilo de superioridad, con ese vestido, que de caro y llamativo no tenia nada, se coloco detrás de mi, aquí fue donde empezó todo.

  • Lo siento se ha tenido que marchar, pero no te preocupes que me quedo contigo.
  • No pasa nada.
  • Esta bien entonces, voy a empezar, pero antes ¿Quieres un consejo?
  • Cuéntame.
  • Me he estado fijando y creo que te puede gustar este corte, esto con maquina y el resto natural, se respeta el flequillo y te quedaría bien.
  • Si, la verdad que me gusta mucho.
  • Te gusta…. Relájate y después hablamos.

Casi sin tiempo de terminar la frase, el ruido de la maquina, se hizo presente, sin cortar nada, tan solo cuatro pelillos de nada, empezó desde la nuca, subiendo y subiendo, ayudada por el peine, para delimitar la zona que se quedaría tal y como estaba, ya por fin podía ver como se perdía mi larga melena, estaba relajada, aparentando seriedad, pero podía ver que ella estaba algo rara, no nerviosa, mas bien relajada, quizá no tanto para disfrutar del corte, pero no se…estaba en otro mundo.

Una tras otra, mechones y más mechones caían a la capa y al suelo, poco a poco me veía mejor que al principio, el ruido y el tacto de la maquina me estaba empezaba a gustar, de las pasadas largas pasando a rematar y arreglar las zonas mas delicadas, después de eso tomo las tijeras y empezó a cortar la zona que había dejado larga, tan solo serian las puntas, para dejarlo de la forma adecuada.

El efecto por la frente no era tan gástrico, al mantener el flequillo, no se apreciaba la realidad, pero una vez que me enseño el espejo, pude ver la diferencia, entre lo rapado y la zona larga, estaba pensando en hacerme alguna mecha, para que quedara más espectacular…

  • Bueno ya estas, as quedado muy bien.
  • Había pensado en alguna mecha ¿Qué tal quedarían?
  • Si, por esta zona, la del flequillo, daría algo más de personalidad, me ha sobrado algo de la anterior clienta, es color cobre.
  • Vale.

Se marcho a buscar el tinte, dejándome frente al espejo, pasándome la mano por la cabeza, podía notar la zona rapada y la zona donde apenas había cortado, el resultado era el esperado, aunque si no es por el cambio, tal vez la reacción no seria esta, pero la verdad que el cambio, aunque muy radical, me quedaba bien.

  • ¿Sabes una cosa? Hay gente que no aguantaría este cambio tan espectacular.
  • ¿En serio? Pues a mi me gusta y me veo bien, aunque viene de lejos esta decisión.
  • No todas valen, las hay que están incomodas solo por cortarse las puntas.
  • Hay gente para todo.

De nuevo el ruido de la maquina, pensé que algo quedaba sin rematar, ya que me había aflojado algo la capa, un par de pasadas y con una pequeña navaja note como apuraba la zona de la nuca y como usaba el peine para controlar que todo quedara bien, otra vez la maquina pero esta vez ocurrió algo que no me esperaba.

  • Como he visto que te gustaba, me he tomado la libertad de dejártelo al 2, ya veras que guapa estas, pero no solo eso, todo esto que se queda así normal, ya veras que bien quedara, muy puntita, cortito, no te rapo entera…
  • Pero…
  • Calla y mira al espejo.
  • Que esta haciendo…
  • Cállate y deja hacer el trabo, a no ser que quieras quedarte, ya sabes…

Al 2, mi cara cambio por completo, de gusto a sorpresa en tan solo un par de minutos la maquina, pasaba y pasaba muy suave, ella se dedicaba a disfrutar con cada una de las pasadas, parecía que no quería parar, ya que también la uso para dejarme los pelos de punta, parecía mas un chico que una chica, el flequillo, muy corto y desfilado, el ver todo el pelo en el suelo…. Fue algo muy raro.

  • Mira todo tu pelo en el suelo.
  • Sabe que se ha pasado….
  • Pasarme yo, solo he cumplido con mi trabajo, bien rapadita, lastima que el verano ya esta acabando, a ver que tal con el frío.
  • Muy graciosa….
  • Gracias, me gusta hacer reír.

De camino a casa, por el camino más corto, pero la mala suerte hizo que pasara por el lugar de trabajo de una de mi mejor amiga, estaban cerrando pero pese a tratar de pasar lo mas rápido, pudo reconocerme, preguntarme el por que me había echo eso… pero pocas explicaciones la di, tan solo que quería dejármelo igual una y otra vez.

Pasaron un par de días, cuando me llamo por teléfono para que fuera a su casa, que quería decirme algo importante, así que me fui, llegue allí, al llamar al timbre, su madre me dijo que subiera a su habitación, allí me dirigí, mientras subía por las escaleras, su voz me dijo que esperara, que estaba en el servicio.

Entro con una capa rosa, me sorprendió bastante, pero como ya se como es, supuse que se había comprado alguna camisa o algo y quería dar algo de espectáculo, pero la cosa no fue así, ya que sin decir nada, abrió su mochila y saco algo que me dejo esta vez si con la boca abierta.

  • Como me dijiste y dices que lo quiere igualar, no voy a dejar que pases este trago tu sola.
  • Estas loca, déjate de tonterías, además hay muchas cosas que se pueden hacer con el pelo corto.
  • Yo solo quiero que no pases por ese mal rato tu sola, si no quieres no pasa nada, pero al menos te ofrezco mi ayuda.
  • Déjate ya de tonterías, perder tus rizos y ese color castaño por mí, por mí y por una tontería.
  • Como tú quieras… mira ya esta, la primera por la frente ¿Estas segura?
  • ¡Que as echo!
  • Nada, tan solo me estoy rapando, da gustito, una, dos, tres…. Mira como caen los rizos.
  • Déjalo ya, no seas tonta.
  • ¿Dejarlo? Si ya esta empezado solo hay que terminar, además, que fea quedaría de esta manera.

Si se estaba rapando, así sin mas, no se que se la estaría pasando por la cabeza, pero no paraba en ningún momento, sus rizos no hacían mas que caer, puede que sus pasadas no fueran perfectas, pero lo estaba haciendo.

  • Venga anímate, termina tu el trabajo.
  • No, no es cosa tuya
  • En serio ¿No quieres?
  • No, no, sigue tú.
  • Pero… después tu y si lo haces luego te enseño una cosa.
  • ¿Una cosa?
  • Si, ya veras ¿O quieres ahora?
  • Como tú quieras.

Con la cabeza a medias, se quito la capa, me la puso, con el peine empezó a peinar esos pelitos que quedaban, vaya cosa que me quería enseñar, pero bueno al menos ella estaba peor que yo, pero no seria por mucho tiempo ya que un ruido…

  • Mira este es el peine, esta es la maquina ¿Quieres que te lo enseñe?
  • ¿Qué piensas o que quieres hacer?
  • Cierra los ojos… espera.
  • Que quieres hacer.
  • Tu relájate y ya veras.

Me coloco un pañuelo en mis ojos para dejarme sin ver nada, a los pocos segundos pude sentir de nuevo el ruido de la maquina, estaba rapando la zona que no había sido rapada, una pasada tras otra asta terminar, después la pude sentir, pero esta vez era sobre su cabeza, suponía que esa seria la sorpresa, las dos iguales… me dio la vuelta no sin antes decirme que no me tocara ni mirara al espejo, tan solo que me fijara en ella.

  • Que como me ves ¿A que estoy guapa?
  • Pero que te has hecho….
  • Nada ¿No te gusta?
  • Pero si estas al cero ¡Te has vuelto loca!
  • No… ahora mírate tu, ya veras
  • ¡Que as echo!
  • Nada tan solo que empezamos de cero, el pelo crece y esto quedara como recuero, locuras de chica joven.
  • Anda… termina ya.
  • Pero…as de cumplir un trato.
  • Cual.
  • Tendrás que ir al mes que viene a esa peluquería, si ella se rió de ti, tú te puedes reír de ella.

La verdad que los rapadas al cero, vestidas con ropa de chica, bien maquilladas, estábamos la mar de guapas, los días pasaban y cada vez mas nos gustaba esa situación, para mi deseando que llegara ese gran día….

 

 

mdj
Author: mdj

5 comentarios

    estoy viva!!!!!
    que sepáis que tendrá segunda parte, espero vuestros comentarios

      me encanta cuando quieras quedamos para hacer una historia y raparnos

      tu historia me hizo llegar al orgasmo, quiza algun dia me atreva a hacer algo asi de loco!!!
      espero puedas seguir compartiendo mas.

    espectacular y ya espero la segunda parte

    Maca, ya te lo dije cuando me llegó pero lo pongo aquí para que se lea. Me encantan tus historias 🙂

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