Así comenzó todo (Marta Wahl)

Creo que todo comenzó cuando era pequeña. Tendría seis o siete años y me encontraba en la habitación de juegos de casa, junto con mi hermano. El con su pelo más o menos largo por las orejas y yo con la triste melenita corta que mi madre me repasaba cada cierto tiempo.

Estaba jugando mi hermano con un coche automático y, en un momento de descuido, lo cogí y se me ocurrió encenderlo pasándolo por su cabeza. Ya os podéis imaginar la que armé. La siguiente escena ocurrió en el baño de casa. Yo, asustada por lo que había hecho, veía a través de la puerta como mi madre cortaba con tijeras el enredo de pelos de las ruedas del coche. Las tijeras pegadas a la cabeza y los pelos de mi hermano por el suelo.

Al rato llegó mi padre y mi madre le contó todo. Tras ver a mi hermano, despeinado, con los pelos más largos por los lados que por arriba, mi padre fue al baño, abrió un armario y con la cara de pena de mi madre, le encendió la máquina en la cabeza. El pelo rubio de mi hermano dejaba ver su cráneo. Mi hermano asustado lloraba sin parar los pelos se iban quedando pegados a las lágrimas por su cara. Tras un rato, quedó irreconocible con una cabeza pequeña y apenas unos milímetros de pelo. Yo sin embargo, me divertí y en días siguientes le tocaba la cabeza jugando a mi hermano.

Han pasado veinteaños de eso, pero yo en mi adolescencia he seguido haciendo de las mías. Ahora yo tengo el pelo más largo pero a mi me gusta ver a algunas con el pelo corto. Cuando estudié secundaria, salía de marcha con Ana, una amiga que a menudo presumía de su larga melena negra. La verdad es que era un pelo bonito, pero dejó de serlo para mi 🙂

Un día me vino a contar que le gustaba un chico al que yo conocía. Quería que hablara con el para que les buscara una cita. Entonces tuve una idea genial: Le dije a Ana que a Raúl le gustaban las chicas con el pelo corto. No fue algo planeado, sino más bien casual, pero la casualidad me ayudó a convencerla. Justo íbamos por el centro de la ciudad cuando vimos que estaba hablando con una chica de otro instituto que llevaba el pelo por encima de los hombros.Ana se hizo un lío. Raúl le gustaba muchísimo pero ella estaba encantada con su larga melena negra. Yo traté de convencerla con los argumentos típicos: Anímate que estarás guapa, el pelo crece, seguro que le gustas mucho … El mismo día última hora de la tarde Ana me llamaba a casa y me confirmó lo que para mi fue una gran noticia: Se iba a cortar el pelo corto, pero quería que yo la compañara a la pelu, así que quedamos al día siguiente, sábado a las 9 de la mañana.

Allí estábamos al día siguiente, en una pelu del barrio, no demasiado grande, pero que en ese momento no tenía clientes en espera (yo no quería darle tiempo a cambiar de idea). Ana estaba con los nervios a flor de piel, así que la tuve que empujar hacia la puerta.¿Qué te hago? Le preguntó la peluquera. Una chica joven con una bata azul claro y el pelo rubio platino por los hombros.A Ana le costaba arrancarse a hablar, así que le eché una mano: «Quiere cortarse el pelo». La peluquera no daba crédito, al ver la larga melena de la joven: «¿Cortarselo? ¿Cómo?», a lo que yo añadí «lo quiere muy corto todo». La peluquera incrédula miró a Ana y le preguntó: «¿Lo quieres muy corto todo?», lo que Ana respondió únicamente asintiendo con la cabeza, con las piernas temblando.A partir de ahí pasé uno de los mejores ratos de mi vida. La larga melena de mi amiga iba cayendo poco a poco por los suelos.

Fue divertidísimo, cada vez que escuchaba el ruído de las tijeras cortando el pelo a apenas unos dedos de su cabeza yo sonreía mirándo la cara que ella tenía en el espejo. Cuando la peluquera había cortado todo el pelo de atrás, se fue hacia el lado para cortar y ahí fue cuando Ana pudo ver hasta qué punto le estaban cortando. En ese momento derramó una lágrima y su cara se volvió más seria, pero no fue nada para cuando la pelu cortó el pelo de delante de sus orejas. En ese momento, estas se despegaron hacia afuera y se mostraron en primera línea en el espejo. La verdad es que no lo esperábamos pero parecían más grandes que cuando estaban ocultas bajo su larga melena, pero ya no había más remedio.

Cuando cortó por las tijeras en la parte de arriba de su cabeza, el pelo quedó tan corto que se quedaba levantado. Parece que Ana tenía más remolinos de los esperados. Mi apariencia externa contrastaba con lo que sentiá en mi interior: Ante mi amiga tenía que disimular y darle ánimos pero por dentro yo disfrutaba con el brutal cambio que mi amiga estaba experimentando.Llegó la hora de arreglarle el cuello: «tienes el nacimiento del pelo muy bajo» dijo la peluquera, y en unos momentos, con la maquinilla pequeña le dejó el cuello recto por atrás.

Ana miraba al espejo incrédula. Estoy segura que no se reconocía. Su cara quedaba casi totalmente despejada con esos dos dedos de pelo que la pelu le había dejado. Se veían claramente sus orejas despegaditas y sus ojos mojados de haber llorado. El pelo corto le hacía una extraña forma rectangular en la cara a lo que no ayudaban nada esos remolinos que tenía a ambos lados de la cabeza. Debo reconocer que perdió mucha feminidad, lo que contrastaba con su falda y camiseta de tirantes que llevaba, algo que a mi me gustaba.Al salir de la pelu, me divertí mucho acariciándole la nuca mientras la animaba. Nunca más se cortó el pelo. Una pena ¿no? 🙂

P.D.: Está basado en algo real, pero he cambiado nombres y situaciones, como es lógico. Espero vuestros comentarios. No soy tan mala 🙂

mdj
Author: mdj

9 comentarios

    Antes de nada darte las gracias por compartir esta historia. Yo me esperaba k fuese la tipic ahistoria fantaseando y tal, pero esta me ha gustado bastante, ya que es una historia real de como ha nacio el fetichsismo del pelo en ti marta Walh.
    Muchas Gracias de nuevo y Adelante!!

    PD: No eres mala, eres malisima 😛

    una historia increible sobre todo si es un hecho real, y bastante interesante, pero tengo una curiosidad, al final quedó con el chico que le gustaba o no?

    Gracias 🙂

    Al final quedaron pero tras varias semanas la cosa no llegó a más, pero quedó muy mona peladita 😀

    bonita historia, me ha recordado a la que mande hace poco, también basada en hechos reales cuando llevé a mi ex a cortarse el pelo en una barbería por una apuesta. Me ha gustado la tuya, cuando quieras hacemos una a medias.

    Cortesgratis, escribeme a mi mail y a ver qué se nos ocurre. Yo todavía tengo por contar varias experiencias vividas 😛 [email protected]

    no soporto las historias y menos lo mal que esta escrita algunas, pero esta me ha gustado… espero poder leer mas cosas tuyas.

    espero seguir leyendo mas cosas tuyas, normalmente no me gustan las historias.

    a mi de pequeña me paso algo muy similiar. Me ha gustado mucho tu historia por lo parecida que es a la mia.

    es bonito rapar y sentir ser rapada por las amigas yo ya e tenido esas magnificas experiencias que espero repetirlas muy pronto la ultima vez que nos rapamos fuimos 6 amigas al mismo tiempo y ninguna nos arrepentimos esta semana acorde de verme con una amiga que nos rapamos, y tocamos el tema y nos vamos a ver la proxima semana, como tocamos el tema y siento que le gusto espero raparla de nuevo o que ella me rape a mi o raparnos las 2, ella a mi y yo a ella, a ver como le hago para convencerla

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