Mi historia (Cris)

Hola me llamo, Cris.
Tengo 21 años y desde hace un año y la verdad es que no recuerdo el motivo, me empecé a sentir atraida por todo este mundillo que rodea el tema de los cortes extremos.  Mi pelo es rubio oscuro y no del todo liso. Hasta ese momento lo llevaba bastante largo, un poco más abajo de media espalda sin llegar a la cintura. Desde un primer momento consideré la posibilidad de cortármelo, pero me daba pena desprenderme de mi melena y aunque podía hacerme un corte intermedio, por ejemplo por los hombros, no era ese el corte con el que me imaginaba. Con lo cual fuí posponiendo mi corte deseado para luego no tener que arrepentirme.
Fueron pasando los meses, llegó el verano y no sé si fue por el calor o por que mi interés por este tema iba en aumento, pero cada vez que pasaba por delante de una peluquería no podía hacerlo sin mirar las fotos de los cortes que están expuesto en el mostrador. Llegados a este punto y despues de pensarmelo por última vez, decidí que era absurdo seguir resistiendo a lo que tanto me apetecía. Así que tomé la decisión, les dije a mis amigas que me quería cortar el pelo pero sin decirles ni comentarles la pulsión que había detrás de todo ello, eso me lo guardaba para mí.
Así que llegó el día, me dirigí a la peluquería con la cual había reservado cita y teniendo claro que ya no había marcha atrás. Cuando la chica que me antendió me pregunto que es lo que quería, se sorprendió al darle yo la respuesta, “ los lados y la parte de atrás rapaditos y muy cortito a tijera  la parte de arriba”. Antes de empezar a cortarmelo me preguntó, “¿estás segura?”, a lo que con un poquito de pena pero con una sonrisa, le contesté que sí. No voy a negar que se me escapara alguna lagrima pero la verdad es que me sentía muy agustito mientras la peluquera se iba desaciendo de mi melena. Después de unos 20 minutos, ahí estaba yo delante del espejo con una enorme sonrisa. Con el corte que tantas veces me había hecho pararme delante del mostrador de una peluquería cerca de donde suelo coger el autobús. Mis laterales y la parte trasera muy rapaditos y la parte de arriba tan cortito que aunque se podía coger con los dedos no llegaba a la longitud suficiente para poderlo peinar. Ha pasado medio año desde ese día y me acuerdo de los detalles como si hubiese sido ayer.
Dos meses después, mi relación con mi madre ya estaba muy deteriorada y un día charlando con mi jefe de la tienda de ropa donde trabajaba, me dijo que si yo quería podía alquilarle una habitación a un buen precio. Siendo mi jefe una buena persona y no temiendo nada por mi parte, le dije que si. El caso es que pronto noté como me miraba, con respeto siempre pero al mismo tiempo yo veía que el se sentía atraido por mí, todo esto comenzó a las 7 u 8 semanas de haberme trasladado a su casa. Habiendo tenido una ruptura primero sentimental con mi novio y luego familiar con mi madre, me sentía sola y sin darme cuenta me vi envuelta en una relación con mi jefe.
En principio no me importaba que fuese mayor que yo, él tiene 30 años. Pero lo cierto es que sin tratarme mal ni nunca decirme una palabra por encima de la otra, se fue convirtiendo en dominador de mi existencia. Por poner algunos ejemplos, me decía que debía dejarme crecer el pelo, que las chicas estamos más atractivas con melena. Tampoco le gustaba nada que buscase en internet nada relacionado con mi fetiche. Cuando descubrí esta página, tenía que conectarme cuando el no estaba en casa. En otra ocasión, fuimos a una cena con sus amigos y me pidió que me pusiera un conjunto
de falda y americana que él había traido de la tienda, el motivo era que a ese restaurante debía ir arreglada. Me puse el conjunto por no discutir pero delante del espejo ví como él iba absorviendo mi personalidad.
Hace poco más de una semana, llamé a mi padre y le pedí si podía pasar unos días en su casa y él acepto sin tener que mediar por mi parte, explicación alguna. Escríbi una nota a mi jefe, donde le agradecí que se hubiese portado bien conmigo pero que ya no podía seguir viendole por los motivos que antes he citado. Necesitaba ser yo misma y por tanto me despedí de su casa y de su tienda de ropa.
Mi padre es psicólogo y hablarle de mi relación con mi jefe me sentó bien, con respecto al tema de mi pulsión fetichista lo trató como si de algo normal se tratara sin darle mayor importancia. Pero lo mejor de todo fué cuando me propuso que intentase reconciliarme con mi madre, ofreciendose él de intermediario. Quedamos los tres para comer en una cafetería y mi madre me dijo que si quería podía volver a su casa, le pregunte a mi padre que le parecía la idea y dijo que sería bueno que al menos lo intentaramos.
Así fue, esa misma tarde volvía ha hacer la mochila y me fuí a casa de mi madre. No sé si es por recuperar el tiempo perdido o porque el amor madre-hija es de por vida, pero llevamos una semana de convivencia y nos hemos hecho grandes amigas. Al hablarle de mi fechite, en pricipio y como es normal le pareció extraño pero me dijo que como llevase el pelo es cosa mía. Siguiendo la conversación le comenté que una de mis fantasias es que me lo cortase un chico pero no en una peluquería sino en un contexto más íntimo, pero que ahora mismo y recien acabada una relación, lo del chico iba a tener que esperar. En ese momento me miré a mi madre fijamente y le pregunté, ¿me lo quieres cortar tú?. Mi madre no declinó la oferta pero me advirtió que ella de cortar el pelo, ni idea. Total que a la mañana siguiente fuí a comprar una maquina de cortar el pelo y al llegar a casa como mi madre no entraba a trabajar hasta por la tarde, decidimos pornernos manos a la obra. Nos fuinos al cuarto de baño y entre la calefacción y que no hacía mucho frio me pude poner en tirantes y acto seguido mi madre empezó a cortarme el pelo, primero con la maquina y después con las tijeras por la parte de arriba. Cuando hubo terminado el corte era un desastre, tanto en los laterales como en la parte trasera había trasquilones por todas partes y la parte de arriba no había quedado mucho mejor, pero siendo ahora tan amigas le dediqué una sonrisa y le dije, “mama, acaba la faena”. El plan B ya solo podía ser uno, y así fué como me fue dejando bien peladita. Habría preferido el primer corte, aunque viendome con la cabeza al cero no me disgusta para nada. Me veo bien y la sensación de pasarme las manos por la cabeza me gusta. Cuando ya estabamos termiando, entró mi prima y con el móvil filmó la parte final, de ella sacó y me mandó una foto que no es de muy buena calidad pero se puede ver a mi madre detras mio, maquina en mano.
Bueno, lo que ya no tiene remedio es lo de los traslados. A mi madre que es medico le han ofrecido un mejor puesto en un hospital de Barcelona y dentro de unos días las dos nos trasladamos a nuestro nuevo destino. Cuando lleguemos a Barcelona, me tomaré una tarde en reabrir mis redes sociales (Skype, facebook, etc) a día de hoy solo he cambiado mi dirección de e-mail. El motivo es que en varias ocasiones mi ex-jefe sin acosarme ni mucho menos, se ha puesto en contacto conmigo por dichas redes y como me ha dicho mi padre, si cierro todos las vias de comunicación, antes se olvidará de mí y por tanto dejará de pasarlo mal. Pasado un tiempo tambien me registraré en “chicas rapadas” y a traves de mi facebook o skype podreis ver una foto mia actual y compararla con otra de cuando tenía melena.
No voy a negar que a veces siento nostalgia de mi larga melena y es posible que más adelante me deje crecer el pelo, pero ahora mismo mi fantasía es tener un chico guapo (puesta a pedir) que me de besos en la calva.
Un besito.

mdj
Author: mdj

5 comentarios

    Cris, genial que hayan publicado tu historia. Me caes muy bien como persona, me agradan mucho las charlas que tenemos! Mereces disfrutar tu fetiche de la mejor manera, me alegra mucho que con estos vaivenes hayan salido cosas tan positivas. Te mando un besote muy grande!!

    Y para todos los lectores… que sepan que esta chica es una genial integrante de la página, ojalá pueda registrarse pronto, porque es una persona con la cual se puede hablar de todo.

    HOLA CRIS, ME PARECIO FANTASTICA TU HISTORIA, Y QUE TE SIENTAS A GUSTO CON TU RAPADA.
    ESPERO PODER MANTENER CONTACTO CONTIGO, Y PODER VER EL ANTES Y EL DESPUES DE CRIS.
    BESOS MARCELO

    Hola Cris, yo tengo 20 años y te comprendo perfectamente, me ha parecido una historia muy interesante y has sido valiente al contárselo a tu familia y no avergonzarte de ello. Me gustaría conocerte cuando decidas reabrir tus redes sociales, un saludo!

    Hola Cris soy de Barcelona a mi me encantaria raparte si lo vuelves hacer,un saludo Cris

    que bonita historia, yo te puedo dar besutos en la calva cris jajajaja

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