Centro de belleza (Maquinilla)

Hacia casi nueve años que trabajaba de masajista en un centro de belleza, mi vida habia entrado en una rutina en todoa los aspectos, el personal, el laboral y el familiar, casi tocaba fondo. Nunca me habia arriesgado ni planteado un cambio en mi vida hasta hace un par de años cuando conocí a Carla.

Estaba orguyosa de mi casi metro ochenta, mi boca pequeña, mis ojos azules y de mi pelo, sobre todo de mi larga y castaña cabellera que ya llegaba a la altura de mi cintura, nunca (desde que tengo uso de razón) me habia atrevido a cortar más de 10cm de aquél precioso pelo que cuidaba y mimaba como un tesoro, pero todo cambió.

Hace dos años a raiz de una molestias en la espalda, pedí aSusana, una compañera que me hiciera una sesión de masajes, llegada la hora acordada me desnudé, me puse una goma en el pelo quedando una preciosa cola, me enrollé una toalla que me tapaba del pecho a las rodillas y entré en la sala de masajes,como si fuera una clienta más, me tendí en la mesa camilla y esperé que llegara mi compañera, me sobresaltó una voz desconocida que preguntaba por mi nombre, me incorporé y allí estaba ella, una chica joven de piel blanca y frágil postura, pero lo que más me llamó la atención, era su cabeza afeitada, lo cual hacia resaltar sus ojos verdes y le daba una belleza rara y sexi.

Despues de presentarnos, excusó a Susana ya que le habia surgido un problema y que ésta le habia pedido que la supliera y que la perdonara por no avisarla, seguidamente me pidió que me quitara la toalla me tendí boca abajo y empezo el masaje, la sensación fué extraña ya que tras su aparente fragilidad sus manos eran fuertes y a la vez el masaje suave, terminó la sesión sin apenas decirnos nada, nos despedimos y quedamos para el dia siguiente.

A la mañana siguiente me levanté nerviosa y ansiosa de ver a Carla, ya en en trabajo en un descanso se me acercó y me pidió si podiamos comer juntas, así romperiamos el hielo y como era nueva podria explicarle como se trabajaba en el centro de belleza, acepté la invitación casi automaticamente.

Durante la comida mi curiosidad nos llevó a centrar la conversación sobre su rapado, me contó que ella lo habia llevado largo, corto, rizado, de mil colores, pero que un dia un novio que tuvo le pidió que se rapara y así lo hizo y que no se arrepentia de ello ya que se sentia sensual, yo le contesté que era muy clásica que siempre lo habia llevado largo y que incluso tenia bastante bello púbico, contestó que ya se habia dado cuenta en la sesión y que si queria todo tenia solución, aquella frase me causó escalofrios.

LLegó la hora de la sesión de masaje y casi no hablamos, cuando ya habia terminado y me iba a levantar me pidió que me sentara en el borde de la mesa camilla, cogió mis manos y las puso en su cabeza, la sensación fué excitante, la piel era suave y no podia dejar de acariciarla, a ella también le ponia que le masajeara la cabeza, me preguntó si me gustaria poder tocar una piel tan suave siempre que quisiera, le dije que sí y antes de que me diera cuenta ya estaba cortando con unas tijeras todo mi bello púbico, me tumbó sobre la mesa camilla extendió espuma de afeitar sobre mi vagina y empezó a rasurarla, quedó perfecta sin un asomo de pelo, yo estaba mojadísima y al pasar la mano por el coño y notarlo tan suave me corrí, al rato ella apareció con una crema y me aconsejo que los primeros dias me la pusiera por la irratición. Aquella noche no pude dormir, me corria nada más pasar la mano por aquella piel tan suave.

En la tercera sesión nos hicimos un masaje completo con orgasmo incluido, es de suponer que Carla no tenia ni un pelo, ni arriba ni abajo y la sensación habia sido fascinante, más tarde cuando las dos estabamos sentadas y relajadas tomando algo, me preguntó si se dejaria cortar el pelo por ella, mi respuesta fué un no rotundo que nunca nadie habia tocado mi pelo y que jamás me lo cortaria, me contestó que si me rapaba la nuca nadie lo notaria ya que el pelo lo taparia y que yo podria seguir gozando de pelo y rapado, estuvimos discutiendo el tema dos horas y al final me convenció, aquella misma tarde fuimos a su casa y nada más llegar me sentó en un taburete, me hizo una cola alta y sin darme tiempo a respirar ya zumbaba la maquinilla por mi nuca y poco más tarde ya estaba apurando con la navaja, una vez más la sensación fue de orgasmo.

Pasaban los dias y la verdad es que me sentia comodísima con la nuca rapada, las sesiones de masaje habian terminado y Carla y yo nos veiamos muy opoco, habian pasado dos semanas cuando Carla me pidió si aquel fin de semana podia ir a su casa a raparle le cabeza ya que le empezaba a crecer el pelo y queria seguir luciendo su perfecto afeitado, le dije que si y así podria raparme la nuca ya que también me empezaba a crecer el pelo.

Era sábado y ya estaba llamando a su puerta, comimos y ya por la tarde empezamos los preparativos, maquinilla, espuma, navajas, cremas…, ella me propuso que nos desnudáramos y así no llenariamos de pelos nuestras ropas y así fue como empezó todo, primero se sentó ella y empecé a pasarle la rasuradora, a medida que le ponia la crema de afeitar y la navaja iba apurando nos ibamos excitando más y más hasta que nos corrimos, me ice la cola alta y entonces me propuso que nos rapáramos al mismo tiempo así tendriamos un orgasmo las dos igual, se tendió en el suelo me senté encima de ella y extendí la crema de afeitar por toda su vagina mientras ella extendia la crema por mi nuca, las dos empezamos al mismo tiempo y al mismo tiempo nos ibamos excitando, el climax fue total y el resultado desigual, mientras yo le habia hecho un trabajo perfecto ella con el orgasmo se le habia ido la mano y tendida en el suelo, en una mano tenia la navaja y en la otro mi preciosa cola, todo mi pelo lo tenia ella en la mano, nos miramos y rompí a llorar, sentada en el suelo, desnuda y sin casi pelo me sentia vulnerable y creo que Carla lo supo ya que en ese momento cogió la rasuradora y comenzó a pasarla por mi cabeza, no me dió tiempo a reaccinar, en un momento toda mi cabellera, mi preciosa melena estaba en el suelo, pasé las manos por mi cabeza y tuve una sensación de frescor y libertad, entonces le pregunté si no iba a terminar el trabajo, me sonrió cogió la crema llenó mi cabeza de ella y con la navaja apuró como nunca lo habia hecho, una vez hubo finalizado también con mi coño nos dimos un masaje y relajadas nos fuimos a la cama.

El fin de semana habia sido completo, cuando llegué a casa a mi familia casi le da un patatús y en el centro de belleza cada vez hay más clientas que se hacen la depilación integral, a mi, me costó un tiempo verme con mi nueva imagen pero lo compensaba el tacto suave, fresco y de libertad que sentia y la excitación que producia.

Han pasado dos años, vivo con Carla, ella sigue sin tener un solo pelo, de eso me cuido yo, yo desde entonces no me lo he dejado crecer, ahora lo llevo al uno y rubio platino, pero esta noche al llegar casa nos haremos un rapado integral.

mdj
Author: mdj

4 comentarios

    Que historia más excitante!!!!

    diossss k pasada de istoria me encantaria k eso me pasara ami de verdad aora mismo m estoy corriendo necesito leer mas istorias maquinillla eres la ostia

    EXCITANTE HISTORIA, ME ENCANTARIA SER LA PROTAGONISTA DE ELLA

    Excelente historia

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