Librería (por Pelitos)

Hola, mi nombre es Teresa, soy aficionada a la literatura y me gusta escribir. La historia que a continuación voy a contaros, es verídica y está cargada de un alto contenido erótico.
Por tanto como la otra persona que aparece en este relato, suele frecuentar casi a diario esta página, le cambiaré su nombre de pila  y lo llamaré; Luis.

Hace algo más de dos años, vi un anuncio en una página web dedicada a la literatura, donde buscaban a una persona para trabajar en una  pequeña librería de Barcelona. Al ver este anuncio, llamé y pregunté por sus condiciones laborales. El sueldo era muy escaso, pero por contra, ofrecían una habitación a modo de alojamiento, encima de dicho negocio.
Como la vida no me había tratado muy bien hasta este momento y en mi Bilbao natal, tenía que vivir con mi hija, en casa de mi madre. Decidí hacer las maletas y trasladarme a Barcelona. Un cambio de aires, tal vez me sentaría bien.

Llegué a Barcelona y el mismo día me instalé en la pequeña habitación que el matrimonio Rius, me habían ofrecido. Desde el primer momento tanto Jordi como Neus, me acogieron como si fuera de la familia tanto a mí, que en ese momento tenía veintiséis años, como a mi hija que contaba con cuatro. Al día siguiente ya me puse a trabajar en su pequeño negocio. Al ser una librería pequeña, hay algunas horas donde no vienen apenas
clientes y por tanto tengo tiempo de bucear en internet. Sin darme cuenta me fui aficionado a entrar en páginas donde aparecían fotos de peinados y cada vez me fui enamorando más de mi pelo. Todavía soy una chica joven, delgadita y creo que tirando a mona, pero como he dicho antes con mi escaso sueldo de 500 euros mensuales y teniendo una hija, no puedo permitirme el lujo de comprarme ropa y por tanto tengo que llevarla de segundo mano. Creo que esta es una de las razones de estar enamorada de mi melena rubia-castaño. Es decir solo tengo mi pelo para presumir.

Un buen día, de página en página, aterricé en la más curiosa de todas las que hasta el momento había visitado, (chicas rapadas). Entré es su chat, con el seudónimo de “librería” y varios chicos clicaron sobre mi nombre. Entre ellos recuerdo a un taxista muy amable que también es de Barcelona. Pero después de conversar con algunos de ellos, apareció Luis. Los dos estuvimos más de una hora hablando y antes de despedirnos me invitó a un café. Al estar dedicada exclusivamente a mi hija y a mi trabajo, decidí aceptar su invitación, “ya era hora de tener un poco de vida social”. Quedamos en un bar cerca de mi trabajo y charlamos hasta que me tuve que ir, para abrir la librería por la tarde.
Luis me pareció enseguida un chico muy majo, algo solitario y porque no decirlo, también atractivo. Esa misma noche al cerrar la librería me conecté, para ver si estaba en (chicas rapadas) y así fue, estuvimos conversando hasta pasada media noche.

Varias veces más, nos vimos en el bar que hay cerca de donde vivo y tomamos café antes de que yo tenga que abrir la librería por la tarde. En una de ellas me invitó a cenar y yo acepté encantada. Le di 20 euros a la joven nieta del matrimonio Rius, para que hiciera de niñera de mi hija por esa noche y después de cerrar el negocio y ducharme, me vestí con lo menos usado de mi escaso armario, me puse una falda larga de color verde y un jersey de punto, color blanco. En la cena, Luis estuvo encantador y después de salir del restaurante fuimos a pasear por la “Ramblas de Barcelona”. No paso más de media hora antes de que nos cogiéramos la mano y en un determinado momento, nos paramos y nos quedamos mirando el uno al otro. Como os imaginareis la consecuencia lógica fue “el beso”.  Desde que llegué a Barcelona, no había tenido contacto con ningún chico y en ese momento mi sistema hormonal estaba a flor de piel. El beso ya estaba rozando el escándalo público, cuando le propuse, ir al hotel que teníamos enfrente de nosotros. Subimos a la habitación y después de besarnos, Luis muy lentamente me quitó el jersey, y al mismo tiempo que yo me desprendía del resto de la ropa, Luis me acariciaba el pelo y las mejillas. Seguidamente me tumbé en la cama esperando que se desnudara, cual cosa hizo en menos de diez segundos. Una vez estaba encima de mí, continuaba acariciándome el pelo y no dejando un solo centímetro de mi cara, sin su
correspondiente beso. Su boca fue bajando lentamente por todo mi cuerpo, prestando especial atención a mis pezones. Una vez llegado a mi clítoris, puso dos de sus dedos dentro de mi vagina, después de tanto tiempo de abstinencia sexual, no tardé mucho en empezar a gemir. De repente Luis paro de besarme el clítoris sacó sus dos dedos de dentro de mí y volvió a acariciarme el pelo. En este momento le susurré, cariño estoy a punto de explotar, eso es lo que pretendo, me contestó. Y seguidamente volvió a recorrer con sus besos, todo mi cuerpo y a introducir sus dedos dentro de mí. A los pocos segundos solté un grito de placer y mi flujo vaginal salió como si de un cohete se tratara. Mis rodillas estaban juntas y a golpes de cintura, sacudía mi cuerpo de lado a lado. En ese momento Luis abrió mis piernas, me penetró y me hizo el amor de una manera tan tierna como firme. Cerré los ojos y sentí que algo de él, se estaba metiendo dentro de mí, a parte
de su pene. Me estaba enamorando.

Desde ese día y pese a mis obligaciones, nos hemos seguido viendo. Los fines de semana, mi hija y yo vamos a dormir a su piso y yo me pongo a su lado cuando él se conecta a (chicas rapadas). Me enseña fotos y veo como disfruta viendo videos de cortes de pelo.
A las tres semanas de la maravillosa noche que pasamos en el hotel, empezé a sentir, que no estaba siendo justa con él. Me trata como a una reina y yo no era capaz de darle algo que tanto desea. Por mucho que me guste mi melena, Luis se merece este sacrifio. Os puedo parecer una tonta, pero los remordimientos me estaban comiendo. Hasta que un día después de hacer el amor, le dije; amar es dar a cambio de nada y yo sé que hay algo que tú deseas mucho. ¿Qué quieres decir Teresa? me contestó. Entonces le dije, cada vez
que vemos un video de cortes de pelo, tú no paras de acariciar el mío. Córtamelo, si eso te hace feliz. Luis se levanto de la cama y salió de la habitación, al poco regreso con unas tijeras y un peine. Yo no deseaba perder mi pelo, pero ya no había marcha atrás
había puesto mi cabeza en las fauces del lobo y sabía que iba a perder mi melena. Estaba a punto de poner a llorar pero no debía hacerlo no podía estropearle la fiesta, me decía a mí misma.

Luis se acercó a mí, me cogió la mano y me llevó al salón donde hay un enorme espejo. Puso una silla delante del espejo y me dijo. “Ahora tus pelitos son mios y yo quiero que sigan pegados a tu cabeza. Jamás te quitaría algo que tanto adoras. Córtame tú el pelo a mí”. Yo me puse a llorar y le repetí varias veces “te quiero, te quiero”.
Se lo corté, tal como me había indicado, muy despacito y alternado los cortes con masajes en el cuero cabelludo. Me pidió que le repasara la nuca varias veces y así lo hice. No encuentro palabras para describir como me miraba mientras yo le estaba cortando el pelo. Su excitación era tal, que creí conveniente parar para que pudiera relajarse. Me puse de rodillas delante de él, y después de desabrocharle los pantalones, introduje su pene, dentro de mi boca, algo que hasta la fecha todavía no le había hecho. Cuando eyaculó, su grito sonó tan placentero, que me alegré a mí misma, de haberle podido hacer tan feliz en ese momento y al mismo tiempo que poder consevar mi cabellera. Una vez terminado el corte, saco una maquina de cortar el pelo y me pidió que se la pasara varias veces. Después de pasársela tantas veces como me pidió, (siempre al mismo número, el tres), de no ser por la expresión de felicidad que había en su cara, parecía casi que estuviera durmiendo. Después del corte no acostamos y enseguida se durmió, con su cuerpo pegado al mío.

Desde ese día, cuando estamos solos me llama, “pelitos” y yo no paro de dar gracias a la vida por este maravilloso sol que ha puesto encima de mi cabeza.

P.D.: Entiendo que a muchos os habría gustado otro final. Pero entonces no habría sido tal como
aconteció. Cuidaros mucho “chicos y chicas rapados-as”. Un besito a todos.

mdj
Author: mdj

8 comentarios

    Gracias Teresa por dejarme conocerte durante ese poco tiempo,un saludo

    Las chicas rapadas es lo mas erotico para mi cortar una larga melena es mi mayor estimulo

    Me parece super erotico una chica con el pelo bien rapado es lo mas

    Me encantan las chicas con el pelo re
    cien rapado es lo mas

    Gran historia! Me ha gustado mucho

    Muy buena historia, también me ha gustado.

    Hasta donde he leido esta bien trabada, creo que el formato de la pagina determina el nivel literario, lo cosifica, yo diría que puedes aspirar a cotas de calidad y exigencia superiores…

    No entiendo… Es la primera vez que entro a esta página… Existe algún fetichismo respecto a raparse la cabeza? Excita? Wtf?! Yo me rapé un par de veces y me encanta porque el viento roza sobre mi cabeza y es el mayor placer que tuve, pero nunca lo tomé como algo sexual… Me dan ganas de hacerlo otra vez para ir por ese camino tan excitante como veo por acá… Wow!

Deja una respuesta

Leave the field below empty!

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.