2. Bad hair day

-SIENTATE AHÍ AHORA MISMO Y NO MUEVAS NI UN SOLO MÚSCULO NI DIGAS UNA SOLA PALABRA¡¡¡

El recluta lo hizo, más derecho que una vela. El barbero desplegó un enorme pañuelo blanco que lo dejó cubierto casi por completo. La barbería estaba muy iluminada, porque estaba atardeciendo y había espejos por todas partes.

Mientras el barbero le anudaba  de una forma tajante la capa, el sargento le ladró:

-ESCUCHAME BIEN, SOLDADO: CLAVA TUS OJOS EN EL ESPEJO Y NO APARTES LA MIRADA NI UN SEGUNDO¡¡. –Dirigiéndose al barbero :

-Bill, a este, me lo pelas al más puro estilo bola de billar, entendido?

-Si, sargento.-dijo sonriéndose.

-LUEGO VENDRE A COMPROBAR QUE ESTAS QUIETECITO Y CALLADO Y NO DAS PROBLEMAS, ESTÁ CLARO?

-SI, SEÑOR¡

-Disfruta de tu corte de pelo, soldado¡, ya verás como no se te vuelve a olvidar cortarlo….¡-Y se fue.

Él no había entendido bien a qué se refería el sargento, pero se temía lo peor…Del rapado militar no lo libraba nadie, eso fijo…Pensó que quizás le permitieran conservar algo de pelo por arriba…Rogaba que no le raparan al cero por todas partes, que le dejaran algo que poder peinarse al menos, pues lo contrario sería muy humillante para el…Jamás permitía que le cortasen demasiado su hermoso pelo, siempre lo cuidaba de manera obsesiva, y nada más llegar, había desobedecido la orden de cortárselo….por eso estaba ahí…

El barbero aplicó la máquina directamente a su frente e hizo una pasada larga. Sus esperanzas se fueron por la borda al comprobar que le estaba rapando al cero, y sin más contemplaciones. Caía escandalosamente al suelo…Dentro de poco sería un chico completamente calvo y además no podía hacer absolutamente nada para evitarlo. Sentía la máquina deslizarse por su cuello, su coronilla…y cada vez subía y subía más, con una rapidez asombrosa. Apartó la mirada pero el barbero le llamó la atención y recordó que estaba  obligado a mirarse en el espejo.  Estaba alucinado mientras veía aparecer la piel de toda su cabeza.

El barbero dejó la maquina encima de la mesa, y él se dispuso a levantarse pensando en lo horrible que se veía y que jamás podría acostumbrarse a aquella atrocidad… Se sorprendió cuando El barbero le puso firmemente una mano en el hombro y le empujó de nuevo en el sillón:

-¿Pero dónde crees que vas tan rápido….?

Lo miró perplejo y dijo

-Ah, pero…no hemos terminado…??

-Terminado??Noooo….ni de lejos hemos llegado al pelado que ha pedido el sargento para ti…

Y diciendo esto, le apretó un poco más el pañuelo, se acercó a la mesa a coger algo, y al darse la vuelta, él vio horrorizado que tenía en la mano una escobilla de afeitar. Sin poder asimilar que  iba a ser afeitado, sintió como el barbero empezó a extenderle abundante espuma  por toda su cabeza, las sienes, las patillas , hasta dejar su cabeza embadurnada y blanca, por completo hasta la nuca.…

El recluta no se atrevía ni a moverse, pero no daba crédito a lo que le estaba sucediendo. El barbero comenzó a pasar la navaja por todas partes. Empezó a mirar de reojo al recluta que estaba siendo atendido a su lado…apenas un pequeño corte con tijeras…¡¡ sentía como le subía la indignación al comparar lo que le estaban haciendo a él con el repasito a tijeras del otro. El recluta a su vez lo miraba con cara de estar descojonándose de él por dentro.

-Eh, Tu¡¡ el sargento ha dicho que no dejes de mirarte,  así que deja a ése, que él no está castigado y tiene derecho a su pelo. Agacha la cabeza, pero sin dejar de mirarte, eh??

.-Pero…pero…Yo…

-Ni una palabra más o anotare una falta en tu parte¡¡se te ha ordenado estar aquí sentado , callado, y mirándote al espejo y no paras de protestar¡¡¡

-Pero…el sargento no dijo nada de cabeza afeitada, está seguro de que ha entendido bien…?

-El sargento quiere que te deje como una bola de billar…Y eso supone 3 afeitados integrales…

Y le inclino la cabeza hacia atrás para empezar otra vez a enjabonar toda  la frente.  En esa incómoda postura, No podía ver quién estaba detrás y no pudo contener más quejas:

-Tres…afeitad….???Pero si a los demás le están dejando ir con un simple recorte…¡¡

El sargento bramó  sus espaldas

-QUÉ PASA AQUI??

El barbero le delató sin dejar de afeitar…ahora, insistía detrás de las orejas…Cada vez estaba más blanco, calvo y brillante….

-Este, que se quería levantar demasiado pronto de la silla…Y aún no hemos acabado ni con el primer afeitado …Y encima no para de quejarse ni de apartar la mirada,,,.

-Que pasa, soldado? Es que no le gusta su nuevo corte de pelo…?

-¡Por favor, Mi sargento…a los demás no le están dejando tan al rape como a mi…Míreme, no me ha dejado nada…¡¡¡

-Pues ya que tanta prisa tienes por irte…mira por donde te vas a quedar aquí sentado todo lo que queda de tarde…Bill, aféitale la cabeza un par de veces más, con cuchilla y navaja bajo el grifo…. pero esta vez,  me lo vas a  dejar calvo integral, me lo vas a dejar afeitadiiiito del todo hasta las cejas …Y luego me lo abrillantas bien, que yo me voy a quedar aquí detrás vigilando que no vuelva a dar problema….

-Eso está hecho…´-Dijo sonriendo maliciosamente…

-Y TÚ’¡, como te quejes, hables o dejes de mirarte, te quito las cejas con cera caliente, ha quedado claro??no sería la primera vez que lo hago¡

Le entró el pánico, pero  no pudo ni reaccionar, solo podía hacer lo que estaba haciendo: permanecer allí sentado muy recto, sin quitar ni un segundo, la mirada de ese espejo….

Fue tremendamente humillante el hecho de que, a pesar de que ya estaba absolutamente calvo, el barbero volviera a enjabonarle de nuevo toda la cabeza, aunque esta vez bajó con la brocha hasta las cejas, dejándolas bien cubiertas.

La cara del recluta era un poema…todos lo miraban.

Empezó a afeitarlas lentamente…el chico parecía a punto de echarse a llorar…Ni siquiera le permitieron cerrar los ojos en el afeitado de sus cejas…fue viendo como desaparecían poco a poco…El sargento se mantenía supervisando todo el trabajo, mientras decía irónico:

-MUY BIEN….¡¡Así….así me gusta….Cejas fuera…Ves como algo si que te habíamos dejado, hombre….??esto te pasa por bocazas…. Mírate, mírate, que ahora si que te vas a ver  calvo,  calvo, pero calvo  de verdad, eh??…¡¡- Y resbalo su mano humillantemente por su cabeza.

El chico aún estaba intentando asimilar su imagen sin cejas. Era mucho peor que antes¡¡no había expresión en su cara, todo estaba liso. La afeitada que le estaban dando era monumental¡ Ni en sus peores pesadillas había imaginado un corte como ese, ni una humillación peor¡¡

El barbero le indicó que se levantara, y que se sentara en el sillón del lavabo. Cuando lo hizo, se pudo ver en todos los demás espejos de la barbería, con la capa blanca puesta, y su cabeza blanca también….miró de reojo al suelo, donde se amontonaba todo su pelo y se dirigió penosamente al lavabo, sabiendo que le esperaban  aún más pasadas de la navaja.

Se había corrido la voz del castigo de la barbería en todo el cuartel, y algunos reclutas se agolpaban en la puerta, sin atreverse a entrar, pero sin dejar de mirar lo que le estaban haciendo. El sargento les invito a entrar.

-Pasad, pasad  y observar lo que ocurre cuando no se toman en serio las reglas con respecto al pelo….-Tener público lo empeoraba todo¡

El sargento no le quitaba ojo y el barbero le echo la cabeza hacia atrás cuando se sentó. Allí le volvió a enjabonar todo otra vez y le afeito bajo el grifo, con abundante agua….Estuvo así más de diez minutos, repasando, y repasando, la frente y las ausentes cejas. la cuchilla resbalaba sobre la piel .Parecía que el barbero estaba disfrutando, que no iba a permitir que quedara ni un minúsculo pelo,  aquello no iba a acabar nunca.  Le ordenó que se diera la vuelta para poder acceder mejor a la nuca y detrás de las orejas. Y otros diez minutos de afeitado humillante a fondo bajo el grifo. El sargento no se movió de su lado en ningún momento, vigilando que no hiciera ni dijera nada.

El barbero le indicó que se levantara, se sorprendió al volver a verse en el espejo, porque realmente, estaban consiguiendo que  su calva fuera cada vez ms radical, Brillaba de forma espectacular, y sus ausentes cejas también…´No se podía negar que estaba en manos de un profesional de lo extremo: El barbero había hecho un trabajo excelente…no se podía estar más ridículo, parecía que tenía un casco blanco en la cabeza, estaba irreconocible…. Se empezó a quitar el pañuelo, y el barbero le dijo:

  • De eso nada¡¡ Al sillón otra vez ¡¡ahora toca encerar y sacarle todo el brillo posible a esa calva ¡¡

“Dios mío, qué humillante. Para colmo me va a encerar–¡¡”-pensó dejándose caer de nuevo en aquel maldito sillón. Clavó su mirada frente al espejo, más derecho que una vela,  sumiso pero histérico.

El barbero secó su cabeza y comenzó a untarle con una pasta  grasienta. El sargento se acercó:

-Dame a mi otra toalla, que te ayudo con este encerado….Tú, acerca esa lámpara, vamos a ver como se refleja la luz en esta magnifica calva¡

Un soldado acerco una lámpara de una esquina, y la dirigieron de lleno a su cabeza e inmediatamente se pusieron a abrillantarle de la forma más humillante posible, como si realmente se tratara de una bola de billar, que era justo lo que parecía. El brillo era espectacular. Era impensable creer que antes hubiera habido algo….

-¿Cuál es tu día libre, soldado?

-Los sábados, señor¡- dijo mientras le seguían encerando y sacando más brillo aún a su calva.

-Muy bien….tu visita a la barbería del cuartel es obligatoria cada semana…Bill, a este, lo mismo todos los sábados, a primerísima hora…afeitado total hasta las cejas…Te vas a pasar todo el entrenamiento con este estilo tan favorecedor…Así vas a estar hasta que me salga a mi de los cojones…

-Lo anotaré en su parte…Cada sábado, verdad?

-A  las 7 en punto¡ si alguna vez llega, aunque solo sea, un minuto tarde, le pones un parte y me avisas.

-Y para corte bola de billar completo , no?

El tragó saliva…quería llorar… tendría que pasar por eso cada poco días¡¡¡¡¡y seguían encerándole como si fuera un zapato de charol…

-Eso es…. Y  me lo vas a pelar exactamente así, cada semana, sin excepción….no te olvides nunca de las cejas, abrillantado y encerado…Cuando acabes con él, me lo envías a mi despacho que yo me asegure personalmente que está como tiene que estar…es decir, liso, Brillante y resbaladizo por todas partes…Por cierto…¿tienes blanqueador e inhibidor?

-Si, claro

-Pues ponle 10 minutitos de cada uno, le mantendrá la calva en perfecto orden hasta el sábado que venga a un buen repasito

Y así lo hizo .Estuvo sentado en la barbería toda la tarde, salió al anochecer. Con la cabeza blanquísima y reluciente, brillante y ultra calva.

Se pasó un año entero así, sin un solo pelo sobre su cabeza, encerado y brillante 24 horas al día, y este castigo, le hizo aprender muchas cosas durante ese año, aunque esa, es otra historia….

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Author: mdj

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