Espera en la peluquería (Maca)

Rebeca esperaba paciente a que Marta bajara para ir al centro comercial y preparar todo para fiesta de cumpleaños de Ángel, a los pocos minutos apareció Ivan con el coche, Rebeca corrio, buscando el refugio del aire acondicionado, cuando subió al coche, la cara de Ivan, era de poema.
– ¿A que viene esa cara?
– Marta, como siempre dando por saco.
– ¿Que narices pasa esta vez?
– Adivina.
– Esta con…
– Si, parece que lo hace a mala leche, cuando sabe que esta tarde íbamos a comprar el regalo y las cosas para esta noche.
– Ella sabrá lo que pretende hacer.
– Ahora, nos contara, no tardara en bajar.
Media hora después, Marta les advirtió que tardara en estar con ellos, pues había tenido un problema y no estaba en casa, las caras de ambos, eran de poema, pues no la vieron salir y el coche de su padre y hermano estaban aparcados, ademas que para coger el autobús debía de pasar por donde ellos estaban.
– Que no espera que nosotros hagamos todo el trabajo.
– Ni de broma, o todos o ninguno, que luego protesta.
– Espera, me llega un mensaje…Va a tardar, como mínimo a las 8 estará aquí.
– ¿En serio? Llevo desde las cuatro menos cuarto esperando, menos mal que has tardado poco.
– Me imagine que estarías esperando, salí un poco antes ¿Entonces que hacemos?
– Podemos ir a vigilar la peluquería de mi tía, con el partido, no se fía.
– Ya, es de alto riesgo normal, si esta lejos, no creo que vaya solo por gusto.
– Se fue de vacaciones a Lisboa.
– Normal que lo dijera, esta muy lejos para venir.
Con rapidez salieron de allí, trataron de llegar lo mas rápido posible, para dejar el coche en el garaje antes que se complicara la cosa, entraron en la peluquera, bajaron el cierre, levantaron las persianas a la mitad, lo justo para que la opacidad del cristal de la parte baja hiciera su trabajo y sin que nadie viera nada.
Ivan se sentó en una de las sillas de espera, Rebeca, conecto los automáticos, para tener luz y poder pasar mejor aquellas horas, pues ahora Marta decía que tardaría mas de la cuenta, pero antes de las nueve y media estarían comprando las cosas, mientras Ivan respondía de forma educada, Rebeca aprovecho para cambiarse, pues si tía había dejado la ropa en el almacén.
Cuando salio, se fue hacia los sillones, se sentó y a través del espejo vio a Ivan sentado, le dejo unos minutos tranquilo, pues intuyo que estaba respondiendo a Marta, una vez lo dejo sobre la mesa, esta le llamo.
– ¿Jugamos?
– Jugar, a que.
– A que me peinas y todo eso que se hace en una peluquería.
– Vale, total, tenemos toda la tarde… ¿Que quieres que te haga?
– Lo que tu quieras.
– ¿Raparte vale? Piensa que hace calor, tienes el pelo muy largo, vas a estar mas fresquita.
Rebeca se quedo pensativa, pues aquella frase, la había dejado descolocada, nunca se la había pasado por la cabeza un cambio de look y menos tan radical, durante unos minutos ambos se quedaron en silencio, Ivan peinaba la larga melena de color castaño, la cual había dejado crecer desde los 14 años y ahora con 20, empezaba a peligrar, pues las puntas era lo único que se dejaba cortar.
– Esta bien, pero con cinco condiciones.
– Pero tampoco te pases.
– Tranquilo, podemos negociar, ademas lo que he pensado, no va a salir nada de aquí.
– Entonces, vamos a ver.
– PRIMERA: te dejo elegir entre todo afeitado o rapado con pelo rubio, SEGUNDA: Llevaras en todo el proceso mi vestido, TERCERA: Ambos vamos a empezar el trabajo del otro, CUARTA: No podrás, si eliges el rubio, hacerte nada en 2 meses QUINTA: No vale al cero.
– SEXTA: si haces fotos que no salgan de aquí.
– Tranquilo, nada saldrá de aquí, te lo prometo.
Mientras Rebeca preparaba todo el material, Ivan se fue a por el vestido, vestido de color azul turquesa, manga corta, cremallera, largo, cuando salio con el, Rebeca estaba terminando de preparar las cosas, tan solo le pregunto por el corte, este respondió que rubio, sin mediar palabra, empezó a preparar el tiente.
– Vamos a hacer una cosa, te dejo que me des la primera pasada, me cortes un cacho y después te doy el tinte ¿Vale?
– Vale, acepto.
– Mientras sube, me puedes ir rapando.
– ¿Tarda mucho?
– Tranquilo, estaremos a tiempo…
– Eso ya me da igual, como si no vamos.
– Tienes razón, si habla, dices que te has ido y yo estoy con mi madre de compras.
– Pregunta ¿Que prefieres? Rapada o mechón.
– Lo que tu quieras.
Sin pensarlo dos veces, Ivan invito a Rebeca a sentarse, mientras ella se sentaba el agarro la maquina, la enseño el peine, tras dar el visto bueno, tras hacer como que la dejaba de nuevo la encendió y desde el centro hacia atrás dio un par de pasadas, cuando se vio, la había dejado una calva al numero 4, pero desde el centro hacia atrás, en el espejo no se notaba, pero si se agachaba, se notaba aquella calva, cambiaron de posición, una capa de plástico y sin mediar palabra, empezó a aplicar el tinte.
– Menuda calva que te he dejado.
– Pero tu vas a quedar mas guapo, ya lo veras.
– Seguro que tu estarás divina con este vestido, aunque así de rosa, no vas tan mal.
– Gracias, gracias.
Tras unos minutos, el pelo de Ivan estaba completamente tintado, ahora solo hacia falta esperar a que subiera, De nuevo un cambio de sitio, capa a juego, limpiar un poco la maquinilla y de nuevo a la acción, esta vez si que empezó por la frente, dejando caer los primeros pelos del flequillo, para unir es pasada con la anterior, segunda, tercera, los mechones empezaban a caer sobre la capa, de vez en cuando tocaba la zona rapada, a modo de masaje, lo cual gustaba a Rebeca.
– Desde los 14 años sin cortarme esta melena y mira ahora rapandome la cabeza.
– Y yo después de 24 años, voy a cambiar el color del pelo.
– ¿Nunca te hiciste nada?
– No.
Ivan seguía rapando toda la melena, lo hacia con mucho cuidado, de vez en cuando, aflojaba la capa y acariciaba la nuca, también masajeaba los hombros, notaba como cerraba los ojos, volvió a seguir rapando poco a poco, pero esta vez acariciaba su cara, al ver que estaba relajada y disfrutando de ese momento, era el segundo perfecto, para ir un paso mas allá.
– Que te parece, ya que veo que te relajas, romper la quinta regla contigo.
– ¿Romper la quinta regla?
– No vale al cero.
– Entonces, ya el rubio no vale…
– Mira es muy fácil, yo te rapo al cero, tu me dejas de rubio y cuando creas oportuno, me rapas.
– Mejor, te dejo de rubio, cuando te crezca, te lo vuelvo a dejar y después, todo rapadito al cero.
Apenas Rebeca termino de hablar cuando ya empezó a rapar desde la frente hacia atrás, dejo una pequeña franja calva y fue directo a los pocos mechones que quedaban, el sonido cambiaba al atacar el pelo largo, siguió con el ritual de masajes, salvo que esta vez, la quito la capa por completo, para acariciar todo su cuerpo, mientras acercaba la maquina al oído, Rebeca estaba completamente relajada, disfrutando, tanto que cuando veía los pelos sobre la camisa, no dijo nada, es mas, se desabrocho varios botones, lo cual provoco que Ivan recorriera su cuerpo de forma suave, para después seguir rapando, mientras ambos se veían reflejados en el espejo.
– Calva y con el vestido, vas a estar divina, ya veras esta noche…
– Siempre estoy divina, eso nunca lo dudes.
– bueno, es solo un cumplido.
– Y tu de rubio, vas a estar muy guapo.
Una vez terminado el proceso, Ivan se sentó en el sillón, Rebeca agarro la maquina y empezó sin tan siquiera preguntar, lo hizo tan rápido que apenas le dio tiempo a reaccionar, cuando paro, ya llevaba prácticamente toda la cabeza al 3, últimos retoques, de nuevo el ultimo cambio, esta vez con mas delicadeza, controlando que no quedara ni un solo pelo fuera de sitio, cuando termino, Rebeca se levanto y toco su cabeza, sin un solo pelo, era la primera vez en todo el proceso, su cara era de placer, pues no paraba de tocarse, tanto que pidió rematar algunas zonas que notaba diferentes, lastima que ya no había donde cortar, pues su cara de placer, no hacia mas que aumentar.
– Te ves brutal, en serio.
– En 6 años, mi primera locura.
– Para todo hay una primera vez.
– Pero no tan radical.
– De largo a corto.
– y yo de rubio.
Tras unas cuantas fotos, vieron la hora, aun quedaba otra hora, tampoco tenían noticias, lo mas curioso, que cuando quisieron darse cuenta del partido, este ya había terminado sin ningún problema, se cambiaron de ropa y fueron en busca de Marta, pero esta parecía estar ausente,pensaron que lo mejor era ir el centro comercial y comprobar si estaba allí, tras una larga espera, esta apareció con Ángel.
– Joder Rebeca estar loca ¡Que narices se te paso por la cabeza!
– ¿A mi nada? Solo que casi 4 horas de espera dan para mucho ¿Te gusta? ¿Quieres tu? A modo de sorpresa por el cumpleaños.
– Ni loca me rapo la cabeza, antes me tiño de rubio y me dejo el pelo corto, pero así no.
– Pues si no te gusta no mires, pero te digo que la experiencia mereció la pena.
Ángel miraba con asombro, quería hablar pero no conseguía encontrar el momento oportuno, al notar como la situación, empezaba a ponerse tensa, trato de poner paz, pero Marta, aprovechando el momento lo agarro de la mano y desaparecieron…
Desde ese momento Empezó una nueva amistad de peluquería

mdj
Author: mdj

Deja una respuesta

Leave the field below empty!

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.